Tal vez las etapas de mayor producción escrita en mi vida hayan sido las transiciones. Es decir, las migraciones de un sentimiento desahuciado hacia uno que está a punto de nacer. Está claro que cuando publiqué esto estuve en medio de una de ellas. Tras haber ‘querido de verdad’ y de manera épica a quien fue mi mejor amiga (entraré en detalles más adelante). Hoy recordé dicho querer, transformado en amor imposible, con el siguiente verso del cual no he podido encontrar su autor:
«Al modo que un pastor en la romanza, vivo enamorado de una estrella la dicha del amor nunca fue tan bella, como lo es un amor sin esperanza»
Entiendo que enamorarse de una estrella (lejana/imposible) hace que el amor sea más glorioso, pues la lucha por conseguir lo querido merece ser legendaria.
Una noche, regresando a casa, escribí sobre aquello que consideraba necesario para hacer posible lo imposible. Como ‘mandamientos’ que consideraba necesarios obedecer para que la esperanza de un amor nunca se apague. Creo que era muy soñador en esas épocas, más de lo debido. Pero, ¿saben? valió la pena.
Cuando uno quiere de verdad no le importa cuánto tiempo debe esperar con tal de saber que la otra persona esté bien. Cuando uno quiere de verdad no le importan los sacrificios, excepto si la otra persona te pide que no lo hagas con una sonrisa en el rostro. Cuando uno quiere de verdad no le importa hacer el ridículo con tal de capturar la alegría que le causa a la otra persona. Cuando uno quiere de verdad cada tomada de manos es siempre como la primera porque cuando acaba te quedas pensando en esa persona. Cuando uno quiere de verdad no le importa la hora, si es necesario, retrasa los relojes para gozar de más tiempo con esa persona. Cuando uno quiere de verdad no le importa aconsejar contra su corazón mientras la otra persona alcance la felicidad, un abrazo suyo bastará. Cuando uno quiere de verdad sueña con que puede volar simplemente cuando en sus sueños con quien quiere estar es con esa persona. Cuando uno quiere de verdad se acerca más a la Divinidad porque encuentra en ella una fuerza incontrolable al rezar por la otra persona. Cuando uno quiere de verdad termina impregnado de ternura luego de volver a ser un niño en juegos con la otra persona.
Muy bueno Paolo, me encantó 🙂
gracias 🙂 aunque tarde pero válido 🙂
encantada de leer lo escribes
muchas gracias, lo siento por la tardanza 🙂 Un abrazo!
Reblogueó esto en tu angel humano informativo.
Gracias por compartir!
Que hermoso….
Gracias por compartir….
Gracias a ti por pasearte por acá. Un abrazo!
José Santos Chocano es el autor de esos versos en su poema «Amor inaccesible».
… ¨Comprender que el amor que nos tortura; no ha de lograr satisfacer su anhelo, es sentir la gloriosa desventura, de ser pantano y reflejar al cielo¨
Excelente aporte. Muchas gracias 🙂
Hola disculpa se que ha pasado mucho tiempo pero dónde podría encontrar ese poema completo porque por más que lo buscó con nombre y autor no logro encontrarlo me sería de mucho tu ayuda