Ya es tarde, lo siento. Me doy cuenta y me arrepiento
Te quiero desde muy dentro y no te miento.
Era amor del bueno y lo deje correr,
Confundido estaba y no lo pude ver.
Tus manos, tan suaves y cálidas se despidieron de mí
Junto con ese abrazo, junto con tu dulce aroma
Aroma eterno y frágil, asustado por el silencio que se asoma.
Y luego la despedida: fue ese el momento más triste que viví.
Ayer enterré viva a mi esperanza, mi sueño del primer amor
Y ella gritaba que la deje ir en mis espasmos de dolor
Y allí estabas tú, tan fría y tan lejana que me asustaba
Creer que de mí ya nada te importaba.
Ahora guardamos ambos un secreto muy valioso,
Ahora que ya no somos nada pareciera sonreírte un futuro hermoso
Y mientras tú te ilusionas yo sigo siendo un corazón roto
Un corazón que a ti siempre será devoto.
Tal vez no eres mi esencia pero supiste cautivarme,
Me enseñaste cada día de ti enamorarme.
Que la naturaleza se conjuga día a día con la ternura,
Con esa eterna sonrisa que mi memoria captura.
Tal vez no fuimos comprensivos y cometimos errores,
Pero la vida es así, no siempre podemos ser los mejores.
Ahora mirar hacia atrás es sonreír y llorar,
Es huir y volver: es aprender a olvidar.
Me duele mucho que haya sido tan pronto,
Me duele más porque me lo merezco: fui un tonto.
¿En qué momento para ti deje de ser importante?
Ese momento ahora parece incesante y constante.
Una ilusión se llevó parte de mi vida,
Una niña de dulzura conocida.
Aprendí de mi error y no prometo nada
Mi pequeña: siempre serás mi amada.
Conclusión:
Estaba en plena juventud y en una autoimpuesta soledad. El riesgo era que podía perderme, pero no fue así. Descarga I se trata de aquel estado «Melalcohólico» (melancolía más alcohol). Una faceta de la cual no estoy muy orgulloso pero que pude vencer con amigos que, uno a uno, aparecerían para quedarse. Inspirado por la ruptura, escribí estos versos cursis que nunca entregué. Así despedí a un amor, mi primer amor. Ella, quien hoy es feliz, ha formado una familia. Y, aunque yo hace mucho que curé dichas heridas, me temo que sigo siendo eso: un corazón roto. Pero valió la pena porque cumplí los objetivos de un amor: Hacerla feliz aunque no sea conmigo. Mientras tanto, me pregunto: ♫ ¿Qué pasa con el corazón roto, quien tuvo amor que ahora se ha ido? Sé que tengo que encontrar algo de tranquilidad… quizás…