y esa seguridad con que intentaba disfrazar una ilusión.
«el gran amor, el verdadero»… que va, burda obsesión…
No sabes distinguir entre tu imaginación y el mundo real.
Una tarde poco común apareciste con esa propuesta tan bizarra… pasar de ser amigos a ese experimento para el cual te creías tan capacitada. El instinto me prevenía, sentía que algo andaba mal, mientras que la razón me convencía de que no había nada que perder, excepto claro, el estado pseudo-ecuánime entre ambos. Y es que ese gusto repentino, de besos imantados poco merecidos, de caricias indebidas poco atractivas, no tenía pies ni cabeza. Sin embargo, bajo la consigna de evitar un doliente rechazo o excusándome bajo esa incapacidad para decir que no, acepté el reto de ‘ligar sin importar el contexto’: Tú me deseas, yo no quiero herirte. Tú dices que quieres algo más, yo solo quiero salir limpio. Egoísmo bilateral, sincronización ninguna. Resultado inefable, noche interminable. Experimento fallido, algo más para el olvido.
Y por si fuera poco, la semana no acabaría allí. Como una amiga diría: ¿De dónde las sacas? Dejando, en realidad, una pregunta abierta inversa: ¿Estaré haciendo algo mal?
Otra tarde poco común, personaje distinto, situación afín, ‘no hay primera sin segunda’, expresión poco profunda. ¿Será que me estoy aprovechando de algo? Dice que me admira, que le atrae esa sinceridad extrema y, a la vez, la manera como describo con naturalidad lo vivido. Excitante, le llama, a esa inteligencia que transforma lo propio en universal. Denoto peligro en su actitud, unos vinos y un nuevo enredo. Voi-là, tenía que pasar. Ahora me habla de amor, ¿cómo escapar de eso? ¿Qué está pasando acá? ¿Cómo lidiar este reto? ¿En qué momento me lo planteé? Vueltas y vueltas hasta que se acabe el tiempo y se disipen ‘las ganas’, plan escape con decepción a la vista. Porque ni soy famoso ni tengo ganas de agregar historias vacías a este blog (#oops)
Conclusión
En este recorrido de historias y desaventuras lo que está claro es que puedo ser muy sincero y torpe, sin embargo, si hay algo que me saca de mis casillas es que el hecho de ver el mal uso de la palabra ‘amor’. Obsesiones y ganas de jugar nunca serán -para mí- indicio de sentimiento alguno. Y, aunque no soy autoridad ni experto, creo que ya es tiempo de blindarme ante el desperdicio del tiempo y energías de quienes creen merecer una historia conmigo, sea cual sea el fin real. Suena exigente o prepotente, no lo sé. Si soy desubicado o snob, de cualquier modo estoy seguro de que no quiero repetir un juego sino hacer siempre algo nuevo. Soy culpable confeso de un estilo de vida bohemio pero legal… sin embargo, no es mi culpa si ♫no sabes lo que es el amor
Si, tenés razón. Esas aventuras no son amor. Amor es sacrificio: querer al otro y estar ahí, también en los momentos malos. Lo otro es una caricatura del amor: sólo pasar un rato que deja más vacío que antes.
mejor resumen ninguno. Un abrazo, olvido! Feliz navidad 🙂
Qué buen post! Simplemente discurre… 🙂
(y por cierto, he estado tentadísima de robarme tu foto para mi muro del feis… ups!)
jajajaja que afortunados aquellos de los que te inspiras para escribir, aunque sea solo fantasía incluso 🙂 Un abrazo!
jeje, al final me porté bien y no me la robé, aunque etá genial…
Abrazote navideño!!!
Un abrazote guapa! que la pases muy bien 🙂
Reblogueó esto en 365 días y un amor perdido….