Game Over

Creí que estaba listo, que era mi momento
Creía en ti, en que podíamos construir todo, juntos
Creíamos en que sería eterno, que sería de verdad
Creo que ese fue el principio del final…
Pablo Neruda - Poema 20 - "Yo la quise, y a veces ella también me quiso."

Pablo Neruda – Poema 20 – «Yo la quise, y a veces ella también me quiso.»

Esta vez tenía todo preparado, había hecho un esfuerzo por curar mis heridas con el tiempo y la meditación, había analizado muchas historias, más allá de la mía, para crecer con todas ellas. También asistí a bodas y diferentes celebraciones de esa ‘cosa cruel’ que puede ser, a veces, el amor. En teoría, estaba listo para una nueva aventura, con o sin mapa, la brújula de mi corazón ya estaba afinada. Y solo tenía que elegir si vivir una nueva experiencia, aumentar el score, y creer así que podía controlar todo. La persona en la que me fijaría tenía lo necesario para capturarme: una hermosa sonrisa y una curiosidad desmesurada, atrevida y desenfrenada. Tal vez me olvidé de algún ingrediente, pero eso era lo básico para mi receta –en teoría- para poder empezar una relación.

Empezamos a salir, soñábamos despiertos con cambiar ciertas cosas de nuestros mundos, yo escribiendo, ella en la acción. Admiración bilateral, luchando por tener más argumentos, yendo por el camino de lo freak. Todo empezaría con naturalidad, siendo tan sencillo que no me di cuenta: eso estaba mal. Para mí, sin una lucha real, si fuera todo sencillo, no tendría razón de existir; sin embargo, me engañé a mí mismo, diciéndome que esto era fruto de la experiencia. Menudo error. El amor real hace trizas todo lo que uno tiene, es un monstruo (desde afuera). Pero bueno, había ilusión, fluyó la mezcla del buen sexo y de las salidas en terrenos ajenos, lo nuevo, la curiosidad. Es por eso que no me arrepiento. Mi regla era clara: «Quiero que me aceptes como soy: de lunes a viernes un romántico empedernido, sábados y domingos un loco apasionado». Y ella, más hábil que cualquiera, creó un octavo día. Así se hizo impredecible saber qué podía pasar.

Fue ese detalle el que disparó mi ilusión, elevé todas las apuestas, entregándome al máximo y dejando pocos espacios para mí. Perder los papeles sigue siendo una tarea pendiente en mi depuración, porque fue al entregar tanto que ella no supo qué hacer. Tal vez solo sea una excusa, pero esto que pintaba bien terminó sin sabor, es que a veces solo te despiertas sabiendo que ya no da más. Entonces, comenzó la cuesta abajo; no sé al final quien no estuvo preparado para el final. Sin embargo, fue tomado diplomáticamente. Se pactó el final de una aventura sin nombre: untagged. Libertina o libre, dejando casi lo mismo que había al comienzo, mas, aun si esto se convirtiese en un loop, estoy seguro de que experiencias así ameritan vivirse. Como con un GPS, que te enseña tu posición real sobre el plano sentimental, y tu verdadero norte, esto te prepara para quien realmente debe llegar… espero.

Liniers: Cosas que a lo mejor, le pasaron a Picasso. No hay caso... a veces la inspiración no viene. No sos vos. Soy yo.

Liniers: Cosas que a lo mejor, le pasaron a Picasso. No hay caso… a veces la inspiración no viene. No sos vos. Soy yo.

Conclusión:

Todos pasamos por una (o más) relación(es) así, de esas que te marcan para saber realmente quién eres, qué buscas y qué estás realmente dispuesto a entregar. Sobre todo, te permiten entenderte antes de dejarte entender por quién será tu compañera por un largo tiempo. Y aunque exista dolor y hasta posible arrepentimiento, no hay que exagerar. Pero bueno, ya pasará, aunque antes nos gobernará el pesimismo y cuestionará así ¿y qué será de mí? Lo mucho que aprendí no me salvará… Jugué y perdí lo poco que viví, mis sueños que eran mil ya no volverán…

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Acerca de PaoloCesare

Calmo, analítico, consejero, buen compañero, gran amigo (eso dicen, no les crean). Me atrevo a escribir para compartir y aprender con Uds.
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10 respuestas a Game Over

  1. Ben Crocker dijo:

    Historia que se repite miles de veces con diferentes actores y diferentes argumentos pero que comparten siempre el mismo final.

  2. A pesar de la cantidad de veces que sucede esto, para algunos menos o más que otros, confío en que servirá para valorar aún más a la persona adecuada… 🙂
    Como siempre, desde la primera vez que leí lo que escribes…¡me encanta! 😉
    ¡Saludos! 🙂

    • PaoloCesare dijo:

      Muchas gracias. Tu blog es impresionante 🙂 transmites esa intensidad que, en particular, me arranca de mi mismo y eso me agrada. Lo que dices es cierto, estas historias sirven para valorar más a la persona adecuada, negarse a vivirlas es negarse la oportunidad de depurarse como pareja. Nunca hay que asumir que ya estamos listos, siempre habrá algo por aprender. Un abrazo.

  3. Es triste sentir que te equivocaste, pero si te das cuenta cuando todavía hay tiempo de rectificar… Un saludo.

  4. xsolotuyox dijo:

    Paolo… Me encantó desde la primera palabra… Buscando la persona adecuada es una lucha eterna que nunca se termina… Bueno, eso es lo que yo pienso! Y no es la culpa de ella, sino muchas veces la nuestra porque lo más pronto que tenemos lo que deseamos, muchas veces se nos escapa el aprecio que tenemos de esta persona… No termina siempre así, pero como en la historia tuya, a veces damos todo y el echo no es lo mismo… Y a veces damos todo y lo más pronto que lo tenemos, se nos deshace en nuestros manos… Un abrazo amigo, Mario

    • PaoloCesare dijo:

      Gracias Mario. Coincido contigo, aunque creo que llega un punto en el que esa búsqueda se convierte en una especie de conformismo, en la cual aceptamos a la persona con más posibilidades de ser la adecuada para nosotros. No es un estado peyorativo, sino más bien, la mejor apuesta. Pero bueno, lo triste es que luego se convierta en un círculo vicioso.

  5. Mukali dijo:

    El amor es eterno hasta el segundo en que dudas que ya no es amor.
    Ni un minuto más, ni uno menos.
    Lo que pasa es que nos han vendido la idea del amor eterno y descubrir otra cosa, duele.
    Pero como dice la peli «los amantes del circulo polar»……el amor es como la gasolina, se acaba.

    Besos, Paolo.

    • PaoloCesare dijo:

      Totalmente cierto, Mukali. Pero bueno, en tiempos de energías renovables, habrá que cambiarle el recurso al amor… a ver si la máquina sirve con el viento, libre y fuerte, sereno y silencioso…. 🙂 Un abrazo

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