Escape

Competíamos por ser el más listo, el más maduro, el incondicional
Corríamos alejándonos el uno del otro, escapando de un sentimiento real
No teníamos ni idea de lo que queríamos, le llamábamos libertad,
le llamábamos amistad, pero nunca le llamamos por su nombre…
Anónimo - Fuimos eso que no se cuenta, ni se admite, pero que nunca se olvida

Anónimo – Fuimos eso que no se cuenta, ni se admite, pero que nunca se olvida

Existen momentos en los cuales parecemos no estar listos para lo formal, nos encontramos en un estado indeterminado entre la fragilidad y la dureza de un corazón que busca empezar lo definitivo; y un alma que anhela -sin reparos- una fusión astronómicamente impredecible. Así de especiales queremos ser, protagonistas de la mejor historia que podríamos contar, triunfadores -por casualidad o por esmero- gracias a un destino aliado. Una ilusión, el principio de todo, con naturalidad y entusiasmo. Dos niños enfrascados en cuerpos de grandes que entre bromas y juegos desnudan sus sentidos involucrándose sin notarlo. Así suelen ocurrir, tarde o temprano, aunque muchas veces –lamentablemente- nos demoramos en reconocer.

Nos conocimos por casualidad y, aunque no lo supiste nunca, por insistencia mía. Mientras tú empezabas a confiar en mí, yo iba perdiéndome en tus enredos, tratando de sostener tu poca autoestima para hacerte crecer, en una labor ad-honorem que no comprenderías nunca pero cuyo pago se contabilizaba en la cantidad de veces que te hice sonreír. Las horas podían pasar sin que el cansancio o aburrimiento nos pudieran más, y los demás veían con recelo que esta relación no era ‘normal’ -¿quién es quién para etiquetar?-. Tanto acercamiento derivó en cuestionamientos, la amistad era atacada por todos los flancos siendo derrotada por una simple cuestión: él. Quedó solo un recuerdo, aquel lugar donde podíamos ser quienes queríamos, libremente y sin pasados. Eso te gustaba de mí, la magia que impregnaba en cada uno de los momentos que pasábamos; mientras que yo no podía evadir la ilusión, la esperanza silenciosa y, finalmente, el adiós.

Siempre optaste por elegirle, tal vez porque ya estabas acostumbrada o quizás porque tenías miedo de comenzar de nuevo. Él lo tenía todo o tal vez yo tenía muy poco, y tu cariño, ilimitado, tenía fecha de caducidad. Era inevitable que la típica pregunta «¿qué tiene él que no tengo yo?» llegase, barriendo con el autoestima. Pese a la sinceridad, nunca quisiste reconocerlo -al menos no delante de mí-. Aquel desfase cotidiano de dos almas que quieren quererse pero no saben hasta cuánto es suficiente: ¿Cómo controlarlo? Y los golpes ya ni si quiera dolían, las heridas no sangraban más porque así ocurre con la fugacidad de un cometa: Vivimos sin saber volverá o si alguna colisión por fin acabará con su itinerancia. Así pasa –aún me repito-, ya no estás más.

Valeria Jenis - No te culpo por mi gran melancolía. Yo fui el suicida que quise quererte sabiendo que no querías y esa es una de mis muertes preferidas

Valeria Jenis – No te culpo por mi gran melancolía. Yo fui el suicida que quise quererte sabiendo que no querías y esa es una de mis muertes preferidas

Conclusión

A veces nos cuesta aceptar el amor en sus múltiples presentaciones, por miedo o prevención. A veces nos puede más la situación untagged, el no compromiso, la infidelidad sin cargo de conciencia. Porque repetimos patrones, porque tenemos rechazo al cambio. Hay quienes son aventureros y echan las velas al viento para empezar siempre una odisea, pero otros son los que esperan tenerlo todo resuelto. De todos modos, quedará para cualquier parte un recuerdo, un lugar, un momento. Como un templo que, aunque queramos olvidar, cada vez que, al pasar por allí desearemos llamarle y decirle: ¿A que no sabes dónde he vuelto hoy? Dónde solíamos gritar…

Anuncio publicitario

Acerca de PaoloCesare

Calmo, analítico, consejero, buen compañero, gran amigo (eso dicen, no les crean). Me atrevo a escribir para compartir y aprender con Uds.
Esta entrada fue publicada en Personas y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

12 respuestas a Escape

  1. Muy bueno. El miedo al cambio…

  2. soy lo que soy dijo:

    En esos asuntos raros llamados amor no existe manera de salir ilesos, un placer leerte! ❤️

    • PaoloCesare dijo:

      Ilesos, imposible… pero quien no tiene heridas entonces no ha sabido amar. Una pizca de pasión suma. Un honor que me leas y un verdadero manjar leer tu blog, que siga creciendo 🙂

  3. estibabalia dijo:

    La canción me ha gustado muchisimo! Hacia tiempo que escuchaba love of lesbian. .. Nunca es tarde para retomar viejas costumbres !:)

    • PaoloCesare dijo:

      Y yo hace no mucho que encontré esta banda, que en mi país no suena pero que ya me encargaré de que lo haga. Nunca será tarde de retomar lo que aporte, y Love Of Lesbian sí que suma…

  4. vanina dijo:

    Reblogueó esto en El Refugio de las Palabrasy comentado:
    Hermoso texto, duro pero tan real…

  5. vanina dijo:

    Hermoso texto, duro pero tan real!…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.