Cuando una relación acaba muchas veces las palabras sobran, sobre todo, las palabras tóxicas. Dejamos que el drama nos pueda más, que la impotencia y esa sensación de fracaso o derrota nos haga escupir mensajes hirientes. Discusiones que terminan en lágrimas, insultos que terminan en golpes, golpes que no dañan piel o músculo alguno, sino el alma. Recuerdos encontrados, sensaciones incontenibles, nadie que nos entienda porque este drama es solo nuestro. Hasta para decir adiós queremos que sea como lo planeamos, como si pudiésemos tener control sobre el sufrimiento ajeno. Y esa soberbia, muchas veces, no la detectamos a tiempo.
Jean-Louis Aubert, cantautor francés lanzó en su segundo disco de solista ‘Bleu Blanc Vert‘ (1989) la canción Voilà c’est fini. Este rockero, rebelde desde pequeño, con la madurez de los artistas que tienen recorrido, nos cuenta la escena final de un amor, uno que ya andaba bien avanzado al parecer y que trataba, como sea, de rescatar lo más que podía. Y muchas veces estos intentos son meros manotazos de ahogado… Les dejo mi humilde aunque quizás torpe traducción:
Voilà c’est fini On tant ressassé les mêmes théories On a tellement tiré chacun de notre côté… Que voilà, c’est fini Trouve un autre rocher, petite huître perlée Ne laisse pas trop couler de temps, sous ton p’tit nez Car c’est fini, c’est fini |
Ya está, se acabó. Hemos intentado tanto las mismas teorías Hemos tirado tanto cada uno por su lado… que ya está: se acabó. Encuentra otra roca, pequeña ostra perlada. No dejes al tiempo colarse bajo tu naricita. Pues se acabó, se acabó. |
Por más intentos que le dimos, por más que queramos juntarnos, ya está, se acabó. No podemos seguir así. Cada quien tira para su lado, y ese anillo no es más que algo insignificante, un recuerdo pero jamás un error.
Voilà c’est fini On va pas s’dire au revoir comme sur le quai d’une gare J’te dis seulement bonjour et fais gaffe à l’amour Voilà c’est fini Aujourd’hui ou demain c’est l’moment où jamais Peut-être après-demain je te retrouverai Mais c’est fini… hum, c’est fini |
Ya está, se acabó. No vamos a decirnos adiós como en el andén de una estación de tren. Solamente te digo buenos días y ten cuidado con el amor. Ya está, se acabó. Hoy o mañana, es ahora o nunca. Tal vez pasado mañana te encontraré. Pero se acabó… ohh, ¡se acabó! |
¿Para qué despedirnos como en las telenovelas? No hay que hacer de este sufrimiento algo mayor, pues total, tarde o temprano, nos volveremos a cruzar. Lo importante es que estemos claros que este adiós es una lección más de un amor que llegó a otro nivel: Dejar ir.
J’ai fini par me dire qu’on éviterait le pire, Qu’il fallait mieux couper plutôt que déchirer. J’ai fini par me dire que peut être on va guérir Et que même si c’est non, et que même si c’est con, Tous les deux nous savons que de toute façon… Voilà c’est fini Ne sois jamais amère, reste toujours sincère T’as eu c’que t’as voulu, même si t’as pas voulu c’que t’as eu |
Acabé diciéndome que evitaríamos lo peor. Que eso era mejor para cortar en lugar de romper. Acabé diciéndome que esa puede ser nuestra cura E incluso si no lo es, y, aunque sea estúpido, ambos sabemos de todos modos que… Ya está, se acabó. No sería nunca amarga, queda siempre sincera (la despedida) Ya tienes lo que querías, incluso si no lo deseaste, es lo que obtuviste |
Un adiós no siempre podrá estar acompañado de alegría, porque siempre seremos egoístas y nos costará desprendernos de nosotros y aquello que hemos hecho nuestro por tanto tiempo. Pero un adiós sincero, aunque doloroso como cualquiera, será más sano que aquellas falsas promesas que nos hacen los grandes a los pequeños ilusionados.
Voilà, c’est fini Nos deux mains se désserrent de s’être trop sérrées La foule nous emporte chacun de notre côté C’est fini… hum, c’est fini Voilà, c’est fini Je ne vois plus au loin que ta chevelure nuit Même si je m’aperçois que c’est encore moi qui te suis. C’est fini… hum, c’est fini |
Ya está, se acabó. Nuestras dos manos se sueltan tras estar muy apretadas. La multitud nos lleva a cada uno por su lado… Se acabó… ohh, ¡se acabó! Ya está, se acabó. No puedo ver más a distancia sus cabellos en la noche. Aunque me doy cuenta de que todavía me tienes… Se acabó… ohh, ¡se acabó! |
Y a pesar de todo, lágrimas e intentos de quedarse juntos, preguntas sin respuestas y cajas para la mudanza, un adiós no es sino una clara idea de que ya no estarás más conmigo, pero seguirás muy adentro. Pues lo bueno, como ya se dijo en alguna publicación anterior, está escrito siempre con tinta indeleble.
Eso suele suceder ..linda entrada, feliz jueves
Sí, somos necios, no nos gusta perder. No es fácil dejar ir y nos gusta pensar en que nunca habrá fin. Un abrazo, feliz miércoles 🙂
Reblogueó esto en amadaespinoza.
Gracias 🙂
«Evitar las palabras tóxicas», ¡sí señor ! Pero en esto y en todo. Muy bueno.
Solemos dejamos llevar por los estados de ánimo en lugar de dominarlos. Ojalá fuera fácil callar la boca y hacer que hable el corazón. Un abrazo.
Si. Aunque a veces, el corazón, sale «mejor en la foto» calladito. Saludos.
My bueno. A veces es tan duro soltarse…Pero casi siempre resultant más sano.
Sí, casi siempre, aunque visto desde adentro no es algo comprensible… Ay la ilógica del amor, se dice que al amar buscamos la felicidad del otro y olvidamos que en las letras pequeñas también se puede considerar ese término: «Aunque no sea conmigo»
Desde «La Audacia de Aquiles» te he nominado para dos premios. Gracias por enriquecer la blogósfera de WordPress.
Al final de este post está la nominación: http://aquileana.wordpress.com/2014/05/01/greek-mythology-prometheus-the-rebel-titan/
Muchos saludos, Aquileana 😛
¡Muchas gracias Aquileana! prepararé mi respuesta 🙂 Un fuerte abrazo y felicitaciones por tan impresionante blog 🙂
Es un gusto. Muchos saludos y buenos deseos para vos,
Aquileana 😛