no podría renunciar a esa adicción que significa hasta ahora recordarte.
La noble entrega, ese amor que no esperaba nada a cambio, excepto tu arte:
Tu sonrisa, tu esperanza, tus locuras y tus olvidos; fue el mejor de los romances.
Para ti, que rehuías de cualquier atadura y compromiso, que andabas bajo el escudo de la inseguridad y tras la cortina de la duda de no saber qué hacer con tu propia vida, pues nada parecía estar conforme con lo que tu plan maestro te dictaba. Para ti, esto que pasó entre nosotros, que fue la mezcla de un pasado postergado y un presente atrevido, solo fue algo descartable. Para ti, estaba prohibido tomarlo en serio. Besos que pudieron marcar el inicio, solo fueron un punto y aparte. Caricias que tenían sabor a segunda oportunidad, solo fueron un impulso.
Para mí, que en libertad escogía siempre volver a ti, priorizando tu compañía y hasta tu ausencia; y que asumía cualquier riesgo con tal de tener cada día un poquito de ti, cambiando el rumbo de mi vida como quien cambia de camisa, sin miedo, con fe. Para mí, esto que pasó entre nosotros, que fue la mezcla de tantos noes convertidos en un frágil sí, en una oportunidad para redimir nuestros errores, de cumplir las promesas inconclusas, de darle seriedad a lo que, tal vez, había acabado por inmadurez. Para mí, estaba condicionado a no equivocarme. Nuevas formas de demostrarte cariño, seducirte sobrepasando el límite de tus tabúes, y conducirme por instinto para no volver a ser ese animal pensante del pasado.
Para variar, el que se arriesga contra el que decide disimular hasta entender. Dos que sin saberlo se terminan hiriendo por no poder compartir la misma forma de querer. ¿Darlo todo o vivir de un futuro que llegará por su cuenta? Prometerse y esperar, alimentar así esas expectativas que, como un globo, con mucho aire podría reventar. O, aterrizar el verdadero sentimiento entre dos, con sinceridad y tomando los riesgos de no sentir lo mismo. Pues no existe el ‘te amo menos’, existen distintas formas de amar, y con ellas, motivos variables para echar de menos con el punto final.

Fer Dichter – ¿Sabes? Aún extraño esos momentos que nunca vivimos, tantos recuerdos que jamás escribimos. Sí, aún te extraño. Extraño nada y tanto de ti. Tan poco de eso, que a veces me diste. Extraño una parte de mí, esa que se fue contigo. No te voy a mentir, te extraño, te extraño como a nadie. Pero… de extrañar no se vive.
Conclusión:
La vida nos sorprende con segundas oportunidades, predispuestos o no a ellas, ya sea para retomar el camino de pareja o para enfrentarnos con nuestros fantasmas del pasado. Si aprendimos a comunicar y a interiorizar lo que no funcionó, mostramos humildad, madurez, tacto, e incluso supervivencia al ‘sin ti’, podríamos –si quiera– evitar el mal rato que supone fracasar por segunda vez. Lo cierto es que no debemos negar esa añoranza que se siente por un ser querido, hay que inhibir al orgullo, pues, si se quiso de verdad, es y será siempre cierto que uno ♫desearía haber podido ser cada pequeña cosa que buscabas todo el tiempo…
Como saber realmente lo que ha sido para ella, y también lo que ha sido para el…como saber en donde se une ese gran amor y lo que ha sufrido y luchado cada uno…para valorar completamente algo, es necesario conocerlo o vivirlo también completamente… como medir si no tienes en verdad todo lo que necesitas para hacerlo, como saber algo tangible cuando lo único que tenemos es lo intangible…son tantas preguntas…y tantas respuestas que requieren preguntas que ayuden a comprenderlas mejor…el alma puede mucho, la mente también… las dos juntas pueden muchísimo mas…pero que hay mas allá…que realmente es que hay mas acá…
Me encantan tus preguntas. Me encantaría más poder responderlas…
Amigo escritor, te comento que hay personas que nos tomamos en serio todo…es algo conjunto el vivir y el tomar en serio la vida… porque esta lo merece, a mi tal vez nunca me dijeron que no me tomara en serio las cosas…porque tal vez ignoraban la seriedad de mi vida… me despido, un abrazo, que privilegio poder leer en esta pagina….que sigas escribiendo así de bello…con melancolía, alegría, amor, ira….todo es bello…espero tener la oportunidad de volver a leerte.
Sí, es una ironía el título… por eso lo puse. Un abrazo y gracias por tus comentarios, espero sigamos cruzándonos por aquí o por tu blog 🙂 Un gusto leerte 🙂
Excepcional, realmente vivido hasta el punto de recordarme una historia… La mía. Gracias y un abrazo
Excelente, me alegra que puedas identificarte, gracias a ti. Un abrazo.
Qué nostalgia sentí al leer este texto. «Besos que pudieron marcar un inicio, solo fueron un punto y aparte». Creo que a muchos nos ha pasado 😦
Lástima que sea un mal común, pero que bueno saber que muchos sobrevivimos a eso. 😦
Qué nostalgia sentí al leer este texto. «Besos que pudieron marcar un inicio, solo fueron un punto y aparte». Creo que a todos nos ha pasado.