No era casualidad, era la consecuencia de tantas caídas, de haber aprendido a dejar ir.
Incluso cuando los demás veían en nosotros la mejor historia de amor, nosotros lo negábamos,
pues queríamos que –esta vez- nada lo trastoque, que sea sincero y trasparente: perfecto.
Tenía que volver a verte, repetir la magia de aquella casualidad, buscar la forma más convincente de estar a tu lado sin que sientas que te estoy persiguiendo. No podía esperar a que la suerte y los Dioses nos pusieran nuevamente frente a frente, tenía que fabricar el escenario porque, de alguna manera, presentía que eras Tú después de mucho tiempo. Y es que cuando un primer encuentro queda así de corto, el segundo tiene que ser «espontáneo» (o, al menos, parecerlo). Si pudiéramos retroceder el tiempo como en las películas, podrías darte cuenta de que todo estaba arreglado. Sí, efectivamente. Desde ya sabía que haberte conocido no era cosa del destino, sino una necesidad: le hacías falta a mis días para que todo tenga sentido.
Cada encuentro permitía mostrarnos nuestras heridas, los pensamientos inconclusos y los sueños que quedaron a la espera de su promoción. Tal vez por eso fui adicto a eso de conocernos y encontrar que somos tan diferentes, que nuestros caminos tenían distintas influencias y que, sin embargo, algo nos unía. Nos encantaba jugar a construir un Nosotros, venciendo toda imposibilidad. Un Nosotros hecho de ilusión, sinceridad y atrevimiento. Sabíamos que no podíamos perder el tiempo. Y, a la par, la calma invadía nuestros corazones, como tras una confesión con el cura. No hubo hasta el día de hoy mayor redención que tu compañía, ese abrazo eterno que me enredaba entre el aroma de tu cabello suelto y la firmeza de unos brazos que demostrarían no querer soltarme nunca. «Soy tuyo, me rindo». Y ahora solo me dedico a hacer que tu mundo se compense y sea más ameno esto de vivir.
El pasado no nos asustaba, no hubo prejuicios ni sentencias. Fuimos el resultado de todo eso que nos tocó vivir y sentir. Agradecimos, sincronizados, cada golpe, porque eso nos hizo reconocernos inexpertos. La inseguridad fue vencida sin que nos diésemos cuenta cuenta. Eres el único pero que le acepté a la vida sin enfadarme, la excepción al ‘nadie nos entiende’. Y fue desde que tomaste mi brazo para andar que le pusiste color a mi cielo limeño gris, le pusiste ganas a cada paso, desde lo más pequeño. Perdonaste lo que yo no pude con una magia que me hacía creer ciegamente, y aceptaste mi forma de ser, negociando espacios y tiempos, convenciéndome de que lo mejor para mí era simplemente seguir dando lo mejor, ya no para otra persona, sino para mí mismo. Con esa lección de supuesto egoísmo -que se me hizo tan difícil- me permitiste encontrar que en mi felicidad estabas inmersa, como una fuente de energía. La causa y el efecto, un círculo completo, una adicción.

Mario Benedetti – Gracias por el Fuego – Sobre eso no hay duda: es sincero con ella. Porque le cuenta cosas feas, cosas sucias, cosas terribles. Como si supiera que el amor de ella es capaz de aceptar ese lado negro de su ser, esa zona del diablo que nunca muestra a nadie totalmente…
Conclusión
Es difícil entregarse cuando ya hemos sido heridos, por lo menos, alguna vez. Es complicado confiar nuevamente, abrirse y creer que vale la pena. Sin embargo, no hay casualidades en esta vida, siempre ocurrirá lo inesperado, lo que no pudimos planificar y nos sacará del cuadro. Pasará porque teníamos la esperanza. Y pasará alguien, de manera transparente, que se atreverá a jugar con nuestros demonios y a provocarlos. Nos sacará de nuestro encierro y, con voluntad y creatividad, se atreverá a volar con nosotros y nos permitirá crecer. Y no será casualidad que terminemos aceptando: ♫tú ves todo, ves cada parte. Ves toda mi luz y amas mi oscuridad. Sacas todo lo que me da vergüenza.
Has llegado a tocar hasta la ultima fibra de mi alma, te juro que estoy llorando, pero de felicidad al leer …está hermosa alma, al.darme cuenta que.efectivamente el amor lo puede todo…y aún más….de ese todo que ignoramos…sentí tanto emocion…está será una de mis entradas favoritas para toda mi vida….porque el hecho de que existan palabras como estas significa que la puerta está abierta y que aunque no sepa sí han pasado o no, el hecho de que este abierta. es lo más importante para avanzar…sin importar cuando, como o donde…lo más importante para empezar ha pasado…un abrazo amooo con toda mi alma tú entrada…de lo mejor para mi vida….
Hola, como siempre agradezco tus comentarios. Me gusta saber que puedo tocar tu corazón con lo que escribo, que te identificas y que te llevas eso dentro de ti. Un fuerte abrazo desde Lima. Pablo.
A veces, las casualidades se construyen, porque uno las quiere, y aun cuando uno las busca, las «casualidades» son muy bonitas, porque le abren a uno recuerdos y posibilidades que nos dominan y que nos motivan
Totalmente de acuerdo. Estamos predispuestos a las casualidades, pero, también, estamos creándolas sin saberlo. Son esas historias únicas y verídicas las que luego nos llenan y motivan a seguir dando. Un abrazo.
… Y siempre es preferible dar, aunque nos hieran, a perder la oportunidad del «otro». Un abrazo.
siempre tan sabia! Un abrazo para ti también.
Un abrazo grande.
(MAGIA BLANCA) Piensa en la
persona con la que quieres
estar di su nombre para ti 3
veces. Piensa en lo que
quieres que ocurra con esta
persona en la siguiente
semana y repítelo para ti 6
veces. Ahora piensa en lo que
quieres con esa persona y
dilo una vez. Y ahora di Rayo
de luz, yo te invoco para que
desentierres a (EL) de donde
este o con quien este y le
hagas llamarme hoy mismo
enamorado y arrepentido.
Desentierra todo lo que esta
impidiendo que (EL) venga a
mi (NFAB). aparta a todos los que
contribuyan a que nos
apartemos y que solo piense
en mi (ELLA). que el me
llame ..Gracias, por tu
misterioso poder que siempre
cumple con lo que se pide
esto lo hago con mucha fe
Luego tienes que publicar la
oración tres veces, en tres
sitios diferentes. Suerte. YO BRUNI
1383003_252218734931887_242569005_n