Y si es señalado por los demás, ¿nos debe importar?
¡Qué más da! El amor no es para los que se avergüenzan
Si fuera sencillo tal vez no estaríamos tan involucrados,
Y acá estamos, remando, anhelando la epifanía de «lo nuestro».
En la historia podemos encontrar que ir en contra de la corriente no es un evento sobrenatural ni exclusividad de los incomprendidos, no es una fiebre pasajera ni tampoco un estilo de vida más. Tal vez sea una herramienta para revolucionar nuestras almas, para demostrar que somos capaces de lo que parecería, hasta ese momento, imposible. Demostrarle al mundo que sí podemos, y enseñarle a quien amamos que merece la pena cada discusión si la suma final da como resultado algo más que pasión. Esfuerzo y valentía para llegar a un nuevo estado de crecimiento, personal, espiritual y sentimental. Hacer lo distinto, lo impensado, lo inesperado, lo prohibido, lo mágico. Y es bonito para uno llegar a las conclusiones tras la lucha, así la cosecha se hace más fructífera. Más aún cuando es compartida con los que nos dieron aliento.
En Facebook nos ponen como ironía: «Situación Sentimental – Es complicado». Yo creo que lo complicado es lo que nosotros hacemos para no ver en aquella otra persona lo que en un principio importa. Cuando nos enamoramos nos presentaron un prospecto de persona que nosotros, sin querer, idealizamos. Y fue con el tiempo que negociamos esos defectos que hoy podrían resaltar más que los mismos valores que nos derritieron. Si queremos ejercer un cambio en esa persona, no empecemos dando instrucciones o demandas, empecemos entendiendo las razones que nos motivan a cambiarle. ¿Tenemos que construir al hombre ideal? ¿Acaso llegaremos a odiarle por no transformarse? Los cambios que esperamos deben ser paulatinos, según los negociemos y los fomentemos, cediendo también de ser necesario.
Somos capaces de cambiar siempre que estemos dispuestos a dar lo mejor de nosotros, a medida que entendamos que merece la pena, que será para bien. Somos capaces de aceptar en función de cuánto es el aporte que esa persona nos brinda al complementarnos con su forma de ser, siempre que no nos lastime y nos sume cada vez más. En una relación, el tira y afloja debe ser administrado con equidad, sin reproches ni temores. ¿Quién tiene el control? Hoy por ti, mañana por mí. Mejor, siempre de a dos, egoísmo afuera.
Conclusión
Yo prefiero el amor libre, el amor que no te obliga, que te habla de su vida, su pasado y su futuro, sin blindajes ni filtros. Yo prefiero que la sincronía haga efecto, que sean dos corazones negociando, que venga y que vaya, dejando siempre un sincero hasta luego. Un amor incomprendido, un amor apasionado, pero siempre un amor valorado: incomparable, inextinguible. Y por eso digo ♫disculpá si te parece raro pero comparto la opinión que escuché en una canción (let it be): «Si la amas déjala ser, si la quieres déjala volar». Nunca fui tu patrón, no quisiera cambiarte y no quiero que pierdas tu personalidad…
Amo tu entrada!!!! perdona a veces mi aparente exageración para enaltecer tus entradas, pero en verdad lo siento así, esta entrada es maravillosa, porque ese es otro de los maravillosos colores que forman el amor! dejar ser y ser juntos…es difícil, pero es algo que en verdad vale la pena, como siempre lo digo…el verdadero amor es para gente realmente loca, gente valiente, gente que quiere tocar el cielo pero tiene que armar sus alas poco a poco…gente atrevida, sabes que por lo general todas las relaciones empiezan a declinar cuando uno quiere acaparar al otro…quiere cambiarlo, pero me encanta todo lo que expresaste, como ademas lo complementaste, creo que si dos personas son conscientes de este mensaje que compartiste y ademas de asumir y aceptar en verdad el amor en todo lo demás, creo que tienen mucho para volar ya…Un abrazote!…reitero, amooo tus entradaaas…absolutamente todas 😉
gracias, tu cariño no me parece exagerado, empiezo a echarlo de menos cuando no escribo jaja. Un abrazo y coincido con tus puntos: «el verdadero amor es para gente realmente loca, gente valiente (…)» sí, esa gente que a veces no aparece… 🙂 Gracias!! Un besote. Pablo
Nunca mejor dicho… let it be. Aunque como me dicen algunas pacientes «una cosa es la teoria y otra la práctica» XD
jaja sí, aunque bueno, «la práctica hace al maestro» 😉 Un abrazo.