Si el atrevimiento no tuviera impedimento,
tal vez no sería atrevimiento.
Entonces, ¿por qué no hacer el intento?
Piensa rápido, busca el momento.

Liniers – Ay, cómo le gusta. Tanto que no se puede mover. Casi no puede respirar. Tiene que hacer algo, pero no le responden sus músculos… No se puede… –Hola –El fin de la parálisis.
Día a día vamos cargando con prejuicios y temores, estrés y tensiones, y más trabas que van nublando nuestra visión completa e impiden ver las posibilidades de sentirnos bien con nuestros logros, nuestro trabajo, nuestras decisiones; incluso, afuera del ‘ego’, todo ese ruido oculta las indirectas de esa persona que podría estar allí, a nuestro lado, diciéndonos algo importante, tan sencillo que nos parece trivial pero tan contundente, como lo es un «te quiero» sincero, camuflado por la cotidianidad de la convivencia. Cuántos de nosotros nos hemos quedado paralizados, estáticos ante la cercanía de esa persona con el discurso capaz de derrumbar nuestras murallas. Cuántas veces quisimos abrazarle y no supimos cómo responder, por evitar caer en algo que nos pueda lastimar. No nos arriesgamos, nos olvidamos por completo de ser nosotros mismos, los aventureros, y el arrepentimiento tardío nos empuja a movernos torpemente, casi en el límite. A última hora estamos buscando a esa persona, en libros y recuerdos. Sin embargo, arriesgarse es algo que debemos practicar, cuantas veces sea y mientras más pronto, será mejor.

Eduardo Galeano – Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.
Si solo los locos pueden ver donde no hay, entonces son solo ellos los que tienen el poder de amar de verdad. De abrir las puertas sin temer quien pueda entrar y creer que son correspondidos aunque no tengan eco en los fríos corazones de los aguafiestas que miran desde afuera. Si vamos a arriesgarnos, hay que abrir bien nuestros sentidos y estar dispuestos a hacer cosas nuevas, a dejarnos llevar con cautela y movernos al compás de un corazón empático, con matices de aventura. Dejar de lado los peros no es cosa sencilla. Dejar las ataduras, los miedos, el pasado y sus secuelas. Dejar que los pies se muevan al ritmo de una canción alegre, como cuando salimos a bailar, aunque no tengamos ni idea de cómo hacerlo. Y sentirnos guiados por el son de las palpitaciones y sensaciones, dulces y fantasiosas, que son sorpresivamente transmitidos a través de una sonrisa traviesa que habíamos estado esperando. El salón está repleto pero solo nosotros podemos vernos.
¿Qué podía salir mal? si ya estábamos solos, un «no, gracias» no hubiera cambiado nada. Después de todo, esta mini-victoria solo podría ser el inicio de un cambio, el intercambio de miradas y caricias camufladas tras cada vuelta, tira y afloja, que es ese baile pegajoso, lleno de meneos y aproximaciones. Como señales de disponibilidad, la ley de atracción entre dos se hace llamativa. La cercanía sería el preámbulo de las noches legendarias o quizás solo una excusa para decirle a un corazón que vale la pena arriesgar. El amor baila dentro de nosotros cuando le dejamos, sin importar el ritmo o la torpeza de nuestros movimientos. Poco a poco habrá que aflojar.
Conclusión
Darle importancia a las cosas pequeñas es también valorar aquello que consideramos que no nos sale tan bien pero que encierra, en su misma esencia, una oportunidad. Negarnos, eso es evadir nuestro propio cambio. La revolución no llega por sí sola, llega cuando estamos en disposición. Solo así la persona correcta que tocaba nuestra puerta sabrá cuando entrar. Y ese baile, será un show privado sin importar cuántos les miren, será el chispazo de ignición, el principio de sincronización, la primera emoción después de tiempo: la alegría al corazón. ♫Y quien lo iba pensar, que después de este primer baile me iba a enamorar…
A @tatianarad1, por el juego de palabras vía twitter, por tantos halagos a este humilde incomprendido que dejó de serlo, gracias por el cariño virtual.
Paolo!!! Debo confesarte que apenas vi el titulo de tu entrada broto una gran sonrisa en mi: D…pero para acabar de emocionarme basto con leer el resto de tu hermosa entrada, mi sonrisa espontanea parece que ya sabía que encontraría una bella locura en donde felizmente se podía perder! Definitivamente toca seguir practicando…hasta conseguir bailar en cualquier escenario, solo se necesita de una pareja que quiera seguir bailando…!! Un abrazo Paolo! me encanta cada detalle que pones en tus entradas…
Así es, ese alguien que aunque tenga su propio estilo, se acople al tuyo para armoniosamente hacer una coreografía, así como es el amor mismo. Un abrazo y gracias, como siempre 🙂
Increíble.
Gracias!
Si tu te atreverás, contigo pasara algo…bueno o malo, si no… no pasara NADA. Tu decides…
Como decían en una serie de TV: #ChallengeAccepted 😉
Me alegro mucho de que nuestro juego de palabras te inspiró a esas reflexiones bonitas y profundas como siempre. Me siento un poco la participe de tu creación. .»… arriesgarse es algo que debemos practicar, cuantas veces sea y mientras más pronto, será mejor.»…no se puede decir mejor.. ¿Arriesguemos más en los juegos de palabras?
de acuerdo… ahora te toca poner a ti la frase inicial y veamos luego cómo acabamos 🙂
Me uno contigo al atrevimiento, a la revolución, a las ansías por seguir intentándolo… pase lo que pase 🙂
Un abrazo,
https://confesionesydesvarios.wordpress.com
ah, me encanta ese ‘pase lo que pase’, el poder de la incertidumbre, las siete vidas del gato curioso…. a por el atrevimiento!
Bailamos en sintonía. La valentía es la puerta de las aventuras. Sigamos por ahí.
Excelente… a abrir puertas 🙂
🙂
Ahora me toca a mi poner la frase, dijiste asi. Pues ,….tomalo…» Las mujeres son capaces de fingir orgasmo, los hombres la relacion entera….»…jajaja . Son de tu area…Relaciones sentimentales…A ver que conclusiones nos escribiras. Un beso. Sai de tu faceta …» Un chico bueno».Atrevete…
Ala….
Creo que uno se debe atrever siempre y cuando sea natural…para vivir plenamente y existir solo por sentir algo que realmente valga la pena, del resto por lo menos yo no quiero ser como la mayoría que se atreve a lo fácil y nunca a lo que en verdad es difícil y extraordinario! Un feliz día!
vamos a ver, que si me pongo del bando de los chicos malos, o si me pongo del lado de la mujer victimada. A fin de cuentas, no hay reglas en esto 😉 Lo tendré en lista 😉 Un beso!
De arriesgar depende el triunfo, aunque el «No» como respuesta es decepcionante, negarnos las infinitas posibilidades de cumplir los sueños no puede detener nuestra marcha.
Lo has dicho, Solo así la persona correcta que tocaba nuestra puerta sabrá cuando entrar.
Así es, en algo tan sencillo tenemos el resumen de cómo actuar, arriesgando, sin nada que perder excepto la misma soledad. Un abrazo y gracias por comentar.