Ese que parecía ser el ideal, que cumplía con las expectativas.
Ese con quien nada podía fallar y que sentías que iba a ser perfecto.
Justo cuando todo iba bien, encontraste su único gran defecto:
No estaba listo para dar la batalla, egoísta, terminaba olvidándose de ti.

Sharon Stone – Las mujeres son capaces de fingir un orgasmo, pero los hombres pueden fingir una relación entera.
En la vida nos van dando ciertas advertencias de con quién involucrarse y con quien mantener distancias. Pasamos por consejería sin haberlo solicitado. A veces nuestros padres, otras nuestros amigos. Leemos las experiencias de terceros en redes sociales, libros y revistas. Pero nada de eso alcanzará, «lamentablemente», a enseñarnos más que nuestra propia experiencia. Vamos como los bebés, explorando el mundo con nuestros sentidos, alcanzando a nuestro gusto, al tacto y al olfato, nuevas sensaciones que nos permitan distinguir lo que nos atrae y lo que no. En ese sentido, en nuestra vida sexual el aprendizaje lo desarrollamos del mismo modo, bajo la exploración y la aventura, el juego y la repetición; rompiendo paradigmas y tabúes que nos impusieron, permitiéndonos aquello que nos habíamos autocensurado por considerarlo incorrecto. Y mientras más descubrimos nuestro propio placer, más exigentes nos volvemos. Es inherente. Siendo así, que quien no esté a la altura de nuestras demandas será descalificado pese a tener otras cualidades de pareja. ¿Es egoísmo, o es que el sexo se ha convertido en parte de un criterio selectivo con mucha validez? Hoy por hoy, más vale estar preparados…
Podríamos perdonar una mala noche, quizás dos. Rescatar tantas virtudes que lograron que el cariño desnudara todo lo que un corazón es capaz de entregar, pero que queda opacado por un vacío que es el mal desempeño en los menesteres del amor. Sí, antes la frase con validez era «billetera mata galán», pero hoy se reescribe como: seductor mata galán. Es en esas características en las que muchos que pecan de arrogancia o de conformismo pierden –sin saberlo– el interés de quien antes daba todo por ellos. Es evidente, la seducción no solo está en la capacidad de mirar, de ser empático, de escuchar atentamente y sorprender con los detalles. No es solo ser complaciente y saber los gustos de la pareja, sino también guiarle hacia el tentadero, ese lugar en el que se pierde toda lógica y todo lo impensado ocurre, mostrando la bravura y el coraje en la entrega y la locura. Hoy gana quien sabe qué caricias conducen al delirio, qué movimientos hacen temblar y saben cómo hacer sentir sus palabras calando en los nervios, transformando incluso lo virtual o inmaterial en lo real. La voz, las caricias, las miradas, todo ello es parte de su poderío.
Bienaventurados quienes hacen estremecer de placer al contacto con sus dedos, como lanzando pinceladas sobre el lienzo de un cuerpo dispuesto, del que finamente atrapan su esencia y deseo, y siembran la curiosidad de pedir más; pues de ellos es y será la gloria, reiterativa y hasta ególatra, que lleva hasta la temida pequeña muerte. Bienaventurados quienes afilen la lengua no solo con palabras provocativas e insinuantes, sino que destierran miedos tras su paso por la piel, con seguridad en sí mismos y esa capacidad de despojarlo todo hasta en la imaginación; pues ellos abrirán mentes y eso será legendario e inmortal.
Por otro lado, ¿acaso por amor se podrá educar o es solo cuestión de un plug and play que no nos corresponde por no tener vocación de maestros? ¿Son culpables por conformarse o es que nadie les enseñó antes? ¿Tendríamos que fingir por lástima o ser directos y cortar por lo sano? Esto, que antes se hablaba a escondidas, y que hasta ahora se trata con hierbas y brujerías por ignorancia o vergüenza, debería ser una negociación simple: yo necesito esto, ¿qué necesitas tú para dármelo? Existen tantas alternativas para ser complacidos, tantas como gustos tenemos. La recompensa podría ser memorable si nosotros mismos sabemos incentivar la curiosidad y adicción. Mostrar el camino y llevar a ese terreno que nos fascina es solo el principio, y que arda el fuego del infierno, noche a noche, poco a poco.

Isabel Allende – Para las mujeres, el mejor afrodisíaco son las palabras, el punto G está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo.
Conclusión
La gran estafa, así se siente haber tenido expectativas tan altas y que la decepción se lleve nuestra confianza. Y, para colmo, creemos que hicimos algo malo cuando es tarea pendiente de la contraparte. Un ser cruel sin quizás saberlo, quien no se ocupa del placer ajeno y piensa en el propio, un ser al que parece que no le interesa cambiar, con tantas virtudes pero con una gran debilidad. Si no es para nosotros, ya habrá quien le entienda. Toca decirle de alguna manera: ♫Tú no eres bueno, eres una vergüenza…
Estupendo, estupendo…es un tema con bastante tela de donde cortar, me dejas perpleja con tanta veracidad aquí encontrada, y no es que no lo hay entendido pero lo volveré a leer! Feliz día y gracias!
Gracias por tu comentario, me alegra que te haya causado curiosidad, por lo menos. 🙂 Un abrazo y buen fin de semana.
Lo he leído de nuevo, con que destreza tocas puntos relevantes para toda relación, y es que el conocimiento y la experiencia nos hace exigentes, no por egoísmo sino porque en ese nivel, sabemos lo que queremos, sabemos como obtenerlo y no podríamos conformarnos con menos, seria fraude a nosotros mismos…la pregunta que queda en mi cabeza es, es un amor completo aquel que no goza de una plenitud sexual? Es esto limitar al amor? O es dejarlo de lado? La crueldad del egoísmo, de buscar el propio placer y olvidarse del ajeno…uffff esto debe desmenuzarse con detenimiento!!!
Pues tal vez toque desmenuzarlo con ayuda, con sentimiento compartido, porque sino uno podría perderse entre tantas dudas y cuestiones ¿Cómo alejarse o cómo insistir? ¿Quién podrá defendernos? Un abrazo.
Jajajajjaa oh y ahora quien podrá defendernos?!?!?
Síganme los buenos 😉
Tienes esa capacidad bastante rara hoy por hoy hablar de sexo con tanta elegancia , delicadeza y mucha sinseridad.. Gracias. Y resulta que no he logrado sacar de ti esa parte tuya…» Un chico malo», Todos la tenemos. ¡ Ojo! Soy mas terca que una mula….jajajajaj
Bueno, ¿la terquedad me demanda exigencia o es que acaso primero me aclarará cual es su voluntad? ¿O es que ya fue suficiente? Un abrazo, terquedad compartida 🙂
La canción es perfecta…tienes el gusto impecable…
🙂 Gracias, y hay varias más, a ver cuándo las compartimos 😉
Me gusta mucho lo que dices y como lo dices porque no es algo de lo que se hable abiertamente. Una tiene expectativad altas q a veces por timidez no se atreve a revelar. Preferiria estar sola que fingir un orgasmo. Que injusticia, egoismo y estafa de quienes no se atreven a mas. Bienaventurados los que si porque alcanzaran la gloria xD
Tal vez somos nosotros que estamos configurados para no conformarnos, tal vez…
Muy buena entrada.
En estos menesteres me inclino por la frase de moda:
«Cuando el sexo se hizo fácil de conseguir, el amor se volvió difícil de encontrar»
Tal cual… ahora es un recurso que escasea… Gracias por comentar.
Desde mi experiencia, una mala noche (y dos, y tres) se «perdona» a quien se quiere. Cuando hay cariño, afecto, amor, eso no importa, es parte de la belleza. Ahora, cuando sólo vas a jugar y te salen con chorradas… ese ya es otro tango! 🙂
¿Pero si no levanta vuelo? Es decir, sí, el amor puede con todo, pero en estas circunstancias de ‘alta demanda’, ¿podrá aguantar la abstinencia? Y si no es amor, next (así de simple) Un abrazo.
El drama es cuando el orgullo, el ego no levanta el vuelo….
Y sí, vamos con ese next! 😉
Me encanta tener tu sabiduría a un clic de distancia. Gracias!
ajajajaj! sabiduría «de postín» la mayoría de las veces, pero senqiuuuuu! 😀