En Lima, al menos 270 días de los 365 que tiene el año suelen verse grises. La gente dice que ese cielo no puede ser sino deprimente para sus habitantes y que esa sería una de las causas de que no sea una ciudad feliz. El frío, que no es extremo en la mayoría de rincones, hace mella en sus pobladores, haciéndoles vivir una rutina fría y sin colores, egoísta y hasta antinatural. Dicen que sin esa energía la gente no es capaz de soñar, de sonreír ante las cosas más sencillas, que el limeño siempre verá lo malo de las cosas, incluso de su propia gente. Dicen muchas cosas, porque mucho se habla sin antes observar atentamente. Yo pienso que mi ciudad, como toda ciudad llena de defectos y detalles por mejorar, no necesita de un sol radiante en todo el año para ser feliz, que todo es cosa de perspectiva. Un cielo gris nos permite guardar la esperanza en la nostalgia y la ilusión del reencuentro con aquel astro cálido. Un friecito nos permite abrigarnos en conjunción, compartiendo y abriendo puertas a aquellos que llegan a tocar nuestras puertas. Todos esos colores que se ocultaron desde otoño se conservan en el interior de cada persona que sueña y que son esparcidos en sus obras día a día, en los efusivos saludos, en las criolladas, como murales de Elliot Túpac. Si tan solo dejásemos de ver los móviles al andar podríamos entender mejor todo esto. Sobre todo, yo creo que esa gente que ha luchado tanto por tener lo que hoy tiene son el claro ejemplo de que podemos sacarle provecho a nuestro contexto, con creatividad, mucha ilusión, y sobre todo con esfuerzo; y esto es característica de cualquier ciudadano del mundo.
En Lima parece ya haberse ido el sol pero ha quedado la ilusión, al menos para algunos pocos. Míralo, ahí va uno: tal vez no le gusta su trabajo pero lucha por conseguir algo mejor. Su filosofía de vida contiene mucha libertad y con ese ritmo camina mirando al cielo, contemplando ese inmenso lienzo gris en el cual derrama colores, esboza sus planes con tintero y pincel, y hasta sueña despierto proyectando sus recuerdos en él con la cálida esperanza de volver a ver a todos esos que abrigaron su corazón. ¿Y para qué encender la televisión? ¿Y para qué renegar en el coche en medio del tráfico? La única exigencia que tiene es aprender más, pues tal vez en medio de esa lección de vida encuentre la segunda voz que armonice con su cantar. La vida seguirá y su terrible imaginación le acompañará, dispuesta a salpicar palabras de reflexión a aquel que se lo pida, incluso si no se lo piden. Tal vez no trascienda, tal vez solo quiera ser entendido y así olvidar el dolor de un pasado de malos entendidos. Así redimir sus errores, al menos encontrando el porqué. Camina solo porque así lo prefiere, si algún día le ves por cualquier calle de Lima, pregúntale qué es lo que ve. A lo mejor así tu imaginación estalle junto con la de él, aunque sea por un breve instante.
La verdad es que Lima está llena de contrastes como la mayoría de capitales Latinoamericanas, pero debe ser que ese cielo «panza de burro» despierta en algunos la esperanza de volver a ver el sol, como mi madre cuando solía cantar invitándole al astro a salir sin timidez. Superando nuestros prejuicios, dejemos que los soñadores pinten nuestros cielos sin fronteras ni egoísmos. La peor verdad no es aquella que llega cuando nos dicen con palabras dolientes lo que piensan de nosotros, la verdad más destructiva es cuando nos reflejamos el alma en el espejo y ya no encontramos sueños. Alimentemos esa esperanza de amar, de sentir y de desear, aunque sea con cosas tan sencillas, pues son estas las que arman nuestro día a día y nuestra vida.

Ernesto Sabato – Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
Conclusión
Si vemos en perspectiva del otro y no únicamente desde nuestra ventana, podríamos llevarnos grandes sorpresas. Muchas veces pecamos de incomprensivos y queremos tener la razón solo por el peso de la edad o por tener más preparación. El verdadero aprendizaje no te lo dan únicamente los libros, te lo da salir y contemplar el mundo como si fuera tu casa, cuidándolo como tal. Todos llegamos al punto en que queremos salir de nuestro sitio y viajar, pero si no podemos no habrá que angustiarse, habrá que soñar y anhelar con más ganas. Solo así podremos lograrlo, en el tiempo justo y necesario… ♫y el sol se pondrá para ti y la sombra del día abrazará al mundo gris… y el sol se pondrá para ti…
El sol existe siempre Paolo….debemos saberlo amigo!!! Te prometo que el sol esta siempre…así este de noche el no deja de existir…solo debemos tener paciencia y disfrutar de la noche porque también es bella, mientras el sol brilla para nosotros :D, te quieroo muchooo!!!! Nuestro reto es amar tanto….que seamos capaces de sentir que tenemos un sol aguardando en los días grises… el sigue estando detrás de esas nubes grises, depende de nosotros sacarlo por muy negro que este el panorama, y esto no quiere decir volver a hacer los mismo, sino superarnos en verdad! y darle de paso luz a nuestros seres amados. 😀
Es como si hubieras sabido que detrás de mis palabras se hallaba cierta desesperanza. Me pregunto si realmente estoy en mi lugar, se avecinan tiempos fuertes por acá. Un abrazo, y muchas gracias, has hecho que en tan poco tiempo sienta mucho cariño, virtual, real, de verdad. Un abrazo.
Muchas gracias Paolo, también te tengo mucho cariño real!
Agrego! Me encantooo compartir tanto tu entrada, porque así vivo …
Vamos sumándonos por ahí, los locos, los disparatados, los que vivimos de verdad. Gracias.
El so existe claro y si no fuera por soñar con el sol, en este rinconcito del norte de España llamado Asturias, donde llueve y esta nublado casi tanto como en Lima, ya habriamos muerto de desesperacion. Hay que pensar siempre que no debemos desesperar ni en las mas duras aflicciones porque tras las nubes negras llega la lluvia fecundante… que diria Unamuno
Como siempre, agradecer ese complemento que llega con cada comentario, más lúcido y mas sabio que todo lo que intento decir. Gracias por la lluvia y por tu sol, y por un campito en esa cama, aunque sea solo de paso. Un abrazo!
Como bien dices todo es cuestión de mirarlo con perspectiva. La belleza está en los ojos de quien la mira.
Un beso fuerte,
https://confesionesydesvarios.wordpress.com
Sí, y a ello sumarle la actitud, pese a los peros. Muchas gracias, un besote y buen día.
El sol está, aunque no los veamos y la belleza siempre existe. El truco para verla, es mirarla con unos ojos que desean descubrirla.
Bonita entrada.
Abrazos…
Perfecto, lo que dices resume todo 🙂 Gracias María, muchos abrazos!