Mario Benedetti – Se oyen pasos de alguien que no llega nunca.
No me entiendes, siento el miedo al recordarlo,
mientras se hunde el sueño con falsas promesas.
¿Cuánto queda del pasado y cuánto puedes estirarlo?
¿De qué sirve fingir un cuento de princesas?
Tal parece que contigo quedará esa sensación de incomprensión,
que no habrá reversión ni tregua, que ya estamos de más…
Que pagamos el precio de haber volado tan alto: perdimos la ilusión.
Que seremos felices por separado, pero juntos jamás.
El tiempo: necesario en el principio pero cruel en los finales.
Para curarnos las heridas y disculpar nuestros males.
Mario Benedetti – Te espero cuando miremos al cielo de noche: tú allá, yo aquí.
PD: «Te doy mis versos a cambio de unas txistorras», ¿recuerdas? Tú queriendo descubrir un Shakespeare mientras yo intentaba olvidar el destino de quien hizo y hace sin esperar nada a cambio. Ahí vamos: ♫mi amiga y yo mirando en su caja roja de recuerdos…
Nadie Nos Entiende 
Cada día descubro que quisiera compartir ese sentimiento sin tiempo…sin lugar…porque no sólo siguen ahí los recuerdos, sino que sigue muy vivos los sentimientos, unos que tras negando mil veces me demuestran que están por encima de todo…que linda entrada Apolo!…hay. sueños que tanto amarlos, soñarlos, sentirlos y creerlos, encuentran la.forma de ser reales…un abrazo muy fuerte!!
Son sueños, fácilmente hubiera podido poner mas citas de Benedetti, como: «sé que soy un idiota en esperarte, pues sé que no vendrás». ¿De qué sirven los sentimientos atemporales? Serán como los clásicos: propios del pasado que se niega a morir y que se vuelve inmortal.
Paolo, tu canción esta genial!!! no imaginas lo hermoso que es descubrir realmente que significa amar sin esperar, no es lo que parece a simple vista…es algo muy complejo que cuando en verdad se va logrando, vas descubriendo que el no esperar te multiplica mil veces una retribución que llena tu alma, una que muchos que dan queriendo recibir jamas alcanzarían a imaginar cuando en verdad se sabe dar con el alma, tal vez aparentemente dando poco, algo y realmente dándolo casi todo…a veces la cuestión no es dar, sino saber dar…no es amar, sino aprender a amar, no es vivir, es saber vivir aun sin saber…
profundo, sí, y tan enredado que las palabras parecen incluso complicarlo más. The Verve lo hace sencillo, para mi gusto, con esta canción que la descubrí en mi chiquititud. Ya te imaginas un niño tratando de descifrar la profundidad del amor. Saber vivir, saber amar. Me gustó tu reflexión. Un abrazo.
«…todo pasa, todo viene y todo cambia.»..si va a servirte para algo. Un abrazo. ¡ Exelente y sensible como siempre. ! Por cierto…la siguiente entrada seguro que sera de la felicidad. . Una frase que me gustó…» La felicidad no es un fin que buscamos, sino una consecuencia de…….» La frase por terminar…..cada uno a su manera.
jaja, ahora marcas la pauta cual director de orquesta, mi chica mala, jaja. En realidad más que de felicidad, tocaba otra reflexión sobre no bajar los brazos. Aún busco un cachito de felicidad que me inspire, aunque creo que estoy buscando donde no hay. Un besote y gracias por comentar.
Perdon,…..no marco la pauta…te inspirooooooo
Modestia aparte…
Modestia aparte… 😛