Control total, el amor convertido en una cárcel invisible,
Una contradicción de posesión y libertad, de conquista, pertenencia.
Amor libre, fantasioso; amor que dejó de serlo, amor en declive.
La libertad y la capacidad de elegir hacen que el amor sea invencible.

Yvistecomoes.blogspot.com – Oficial, si me ama déjeme libre. Si vuelvo sigo preso. Si no, nunca lo fui.
¿Quién no ha sentido celos? Al principio de nuestras vidas, el amor de madre es nuestro principal motor, pero si ella engríe a otro niño hacemos de todo para volver a llamar su atención. Sentirnos desplazados nos asusta más que cualquier película de terror. Desde pequeños, muchas veces no queremos compartir lo que valoramos por temor a perderlo, y hasta lo escondemos para que solo sea de nosotros, sin darnos cuenta que podríamos olvidarnos de dónde quedó. Vamos creciendo y esta figura pocas veces cambia, con los amigos que consideramos hermanos se mantiene este lazo de ‘pertenencia’ y nos da rabia que su tiempo no sea más el nuestro, simple egoísmo. Llegamos a la madurez, supuestamente, pero a esa persona tan querida le controlamos sutilmente. Al principio simples preguntas, luego las indirectas que no reconocemos como hirientes, finalmente los chantajes emocionales hasta llegar a la histeria. Espiar, confabular, invadir, desconfiar. ¿Dónde quedó el amor?

Walter Riso – «Los celos son posesión, no importa como quieran pintarlos. Es asfixiar al otro en nombre de un amor enfermizo».
Algunas veces he escuchado que celar a alguien es «lindo», es demostrarle que nos importa y que nos da miedo no tenerle, es como un picantito en el plato favorito que agregas para redondearle el sabor. Francamente, yo dudo mucho que los celos sean como el ají. En primer lugar porque este plato que es la relación es de dos y hay que respetar los gustos de la compañía. Un «poco picante» puede ser el infierno para el otro. En segundo lugar, la relación ya tiene sus propios problemas, ¿para qué sumarle los innecesarios? En mi país solemos comer platos muy condimentados o con sabores extremos, y tal vez eso no sea saludable pero es delicioso. Agregarle problemas a la relación nos permitiría ver las capacidades de reacción como pareja, pero hacen que el ejercicio de confrontar y conciliar sea desgastante. Finalmente, no reconozco que me guste que me celen porque yo confío plenamente en mi pareja: ¿por qué no puedo esperar lo mismo?
Ahora las relaciones tienen todas las herramientas para controlar vidas. Usas el whatsapp desesperado por ver un doble check azul. Te muerdes las uñas con cada comentario sobre la foto subida en el facebook de la persona que quieres, irascible por su contenido cariñoso fuera de lugar. Odias que te dejen en visto, sin importar que el otro esté en el tráfico o en la oficina, y con el argumento de: «no te costaba nada responder el mensaje» empieza la tercera guerra mundial, producto de desconfianzas y la falta de autoestima bajo la prerrogativa: Hay alguien más que yo, que llama tu atención y no lo quieres admitir. Y seguimos controlando, basados en la teoría de la conspiración, como si todo el mundo tuviera que lastimarnos. Y claro, viene el «todos son iguales», falacia típica basada probablemente en una experiencia previa negativa. Señores, amar no es controlar una vida, es compartirla y hacerla crecer, pero sobre todo, es nuestro crecer.
Conclusión
Sí, alguna vez hemos sentido celos, no se puede negar. Inseguridad, miedo, inexperiencia, falta de diálogo. Cualquiera sea el motivo, hay que reconocerlo pronto. La corrección es simplemente escucharle, entender de qué se trata su tiempo lejos de nosotros, es aprovechar cada reencuentro, aunque solo sean unas horas de separación incluso. Es confiar que uno vale, que no hace falta complicar la relación teniendo tantas cosas por hacer. Los celos nos enferman, sentimos que nadie nos entiende, y finalmente alejamos eso que queríamos tener solo para nosotros. Reconócelo antes de que aparezca ese que dices querer: ♫Me sentía inseguro, podrías no amarme nunca más, estaba estremeciéndome por dentro…
Paolo es natural que una mujer le guste de forma superflua a un hombre, como también es natural que a una mujer le llame superfluamente la atención de un hombre, debemos ser realistas, pero hay un punto donde todo cambia y si afecta, a pesar de todo esto, creo que la confianza y conocer bien a la pareja cuenta demasiado, mas cuando la otra persona confía en ti por encima de todo y solo por eso te deja ser… Sabes, por lo menos en mi caso, he podido realmente vivir, experimentar y conocerme a fondo a mi misma de forma sincera con respecto a que a pesar de la distancia y el tiempo con la persona que amo y a la que libremente he querido darle todo de mí, he podido conocer hombres excelentes personas, hombres para todo, aventura, enamoramiento…etc. , muchos casos en los que tal vez cualquier mujer no podría negarse a vivir momentos y aunque uno admire ciertos prospectos siendo realista y sincera, en mi caso, me he conocido más a fondo quedando sorprendida de la entrega tan grande de mi alma, corazón, mente y cuerpo hacia el ser que amo ya que tengo la fortuna de vivir y sentir un amor no basado en lo físico, ni en nada superfluo, sino basado realmente en algo que nadie más en el mundo podría tener más que el ser amado, en mi caso no sé que me deparé el futuro, lo único que tengo claro es que mientras él me haga saber que lucha por romper cerca o lejos con esa distancia y tiempo, yo seguiré a su lado con todo mi ser… ahora, con respecto a él, nadie imagina lo difícil que ha sido para mí limpiar el amor del ego, ahora estoy capacitada para amarle aun sabiendo que si un día el decide estar con otra u otras mujeres no me aferrare, obligare, o controlaré… y lo seguiré amando sin posesión alguna, no se puede obligar a nadie a estar con uno…Un abrazote mi Polo, me encantoooo como siempre! Jajaj perdona lo extenso de mi comentario! 😉
Vaya, como decimos acá en Perú. «¡Qué yuca!» (¡qué complicado!) jajaja.
Incluso un amor así, de riesgos y aprendizajes, es capaz de hacerte alguien tan sensible y tan grande, me alegro por ese aprendizaje y tanto compartir. Un abrazote para ti también. Gracias 🙂
En la parte de arriba no escribí bien jeje me refería que debemos ser realistas también, que es natural que aun hombre le pueda gustar una o varias mujeres de forma superficial…igualmente es natural en la mujer este caso.
O, como dirían los de Les Luthiers, incluso puede gustarte alguien que ya tiene compromiso… No me siento una persona celosa, pero escribí esto, confieso, por una persona que lo es y defiende esa postura a muerte. Me basé en este video para tomar impulso e inspiración 🙂 (Todo con humor)
Ya mismo lo veré!!!!! 😀
jajaj Genial! me gustó!!!
Un buen texto para reflexionar, no puedo estar más de acuerdo contigo. Además, la mayoría de las veces los celos son bien infundados, basados en temores propios que nos hacen caer en pensamientos dañinos. La confianza resulta la base de todo, la nuestra propia y la del otro.
Saludos,
https://confesionesydesvarios.wordpress.com
Tal cual! La confianza, para mí es primordial junto con la comunicación. Y no cosa del chatear sino la capacidad efectiva para transmitir las emociones, eso virtualmente cuesta, aunque algunos no lo quieran entender. Un abrazo! Gracias!
Supongo que celos es una parte de fisiología humana…se puede corregir o controlar, eliminar..no.. Como siempre eres incomparable, Un abrazo.
Gracias 🙂 Ahora que tienes el espacio para sorprenderme estaré atento a tu blog. Un beso!
¿ Yo ,sorprender a ti, a un lobo de blogsfera? Soy una humilde aprendiz tuya…jajajaja
jaja de lobo nada, aun estoy en la primera etapa 🙂 en 20 días aprox mi blog cumprirá 3 años, si te lo propones llegarás a eso y mucho más. Un abrazo.
Los celos son inseguridad, se miren como se miren. Cuando te enamoras, hablando de un amor pasional, no puedes evitar tener miedo a que ese vínculo se rompa. Pero también debes tener claro, que en cualquier momento esa persona puede dejar de quererte o enamorarse de otra persona. Y no necesariamente la culpa tiene que ser tuya. Simplemente, el amor es efímero, y uno debe aceptar que no puede obligar a nadie a que le quiera, por mucho que duela.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, el punto clave es asumir que el amor es así, y que uno no puede controlarlo, solo alimentarlo. Muchas gracias!
Pingback: Solo para mí | Pocos centímetros