Todo lo que conocía sobre el amor cambió drásticamente desde que te vi sonreír.
Como un principiante, trémulo y ansioso, empezó el descubrimiento.
Y tal vez no haya garantías de nada pero existe este sentimiento:
ha vuelto la revolución, la importancia de las pequeñas cosas, como en la primera vez
Cuando una relación comienza no tiene punto de comparación con ninguna otra, cada una es especial y se desarrolla de manera única. El escenario viene marcado de experiencia y esperanza, así como de incertidumbre y hasta de miedo. En el principio del amor todo puede maravillarnos, llevarnos a reiniciar el contador de heridas y advertencias que llevábamos inherente para presentarnos en la arena como torpes inexpertos que se desenvuelven como novatos del sentimiento. Algunos podrán ser ecuánimes y recordar todo aquello que debían mejorar de situaciones pasadas, otros serán arrebatados y vivirán su nueva relación como la primera. Lo que importa es que entre los dos personajes aporten de manera complementaria, en un balance perfecto de fuerzas opuestas que resulta en una más fuerte, que los empuja siempre a más.
El amor es ambicioso cuando es «nuevo». Cuando sabiendo que podría ser «el último», inconscientemente se convierte en «el único» –sin desmerecer a los anteriores–. El amor actual es el que corrige nuestras versiones anteriores, el que nos enseña a no mirar hacia atrás con desprecio, sino más bien, con gratitud y hasta orgullo. Nos depura y nos enriquece, sin importar que estuviese sentenciado, nos enloquece con la posibilidad efímera –quizás– de haberlo encontrado por fin: ¡Eureka! Y es que el amor de ahora nos trae la herencia del anterior y nos quita el sinsabor de una soledad indigna. Llega para cambiar la percepción, incluso puede aparecer como inoportuno, aunque este sea más que prudente. Es necesario, ya no habrá comparación después del amor.

Hermann Hesse – El Lobo Estepario – «Yo te gusto y represento algo para ti, porque en mi interior hay algo que responde a tu ser y te comprende (…) Yo te gusto porque he roto tu soledad, te he recogido precisamente ante la puerta del infierno y te he despertado de nuevo.»
Todo este efecto de redención es como una propiedad liberadora inherente al cambio, como un reflejo por habernos arriesgado al no estar listos para ello. – ¿Y por qué tendríamos que estar listos? ¿Cómo saberlo? – Como cuando aprendimos a montar bicicleta, llega el momento en que nos soltamos y nos damos cuenta de que podemos hacerlo solos; así mismo, al amor le damos esa oportunidad de darse y desarrollarse y de repente ya estamos en una relación. Es, en tal disposición, que también nos entregamos, como nadie más lo haya podido hacer antes. Inmortalizarnos en una promesa que se construye en el día a día siendo nuevos una vez más en esto.

Mind of Brando – Brando. Pensamientos de Luc – «Voy a amarla por todos los hombres que la amaron, los que quisieran amarla, y por los pocos que amó. Pero más que nada, voy a amarla por los que no la supieron amar, como yo la amo.»
Conclusión
El amor de principiantes es quizás del que aprendimos más y al que más versiones le pudimos sacar. Editamos nuestra mejor presentación como pareja para una nueva carrera, una que aparecerá inesperada y que debemos aceptar sin peros ni excusas, pues nos llevará a un nuevo punto de partida: el amor es capaz de hacernos principiantes otra vez, un par de novatos que buscan encontrar, esta vez, el amor final. No será fácil… ♫pero si mi amor es tu amor tendremos asegurado nuestro éxito…
Y es que necesitamos la vida entera para confirmar y vivirlo como el primero y el último…preciosa entrada Paolo! Un abrazo infinito queda en mi con esta hermosa entrada…
y mientras tanto, tú madrugas para leerme y yo para escribir, 🙂 Un fuerte abrazo y que tengas un día espectacular.
Eso no lo dudes! madrugo a leerte… 😉
Todos los enamorados desean no haber amado antes. Esa ilusión, esa emoción del comienzo de algo nuevo, no tiene parangón.
Un abrazo.
Cierto, esa emoción de la primera vez, vaya… cuánto tiempo pasa y hasta ahora se vive. Gracias por comentar!
Paolo… Me he identificado con muchas de tus palabras… Y comparto tu idea de que hay algo a la vez revolucionario y redentor en el hecho de amar… y de enamorarse.
Gracias por tu post. Un abrazo. Aquileana ⭐
Gracias por la visita y las palabras compartidas. Me alegra saber que hay más personas que creen en la revolución del amor, eso que te cambia sin así pedirlo. Un abrazo 🙂