Cuando aquellas cosas sin importancia le daban sentido a la vida
y pasaban las horas entre risas como desfilan hoy los objetivos y roles.
Cuando entregamos lo que escondemos y el miedo se derrumba,
entonces recordarás que la felicidad está siempre en los pequeños detalles.

HJ-story.com – Pequeñas cosas – A menudo las cosas más pequeñas son las que revelan el más cálido acto de amor
A medida que crecemos nos vamos olvidando de aquel recetario para ser felices que tuvimos cuando éramos pequeños. Tal pareciera que la vida adulta se encarga de borrar la importancia de aquellas lecciones de vida de nuestra temprana edad: «Si te caes, levántate», «el perdón viene con el olvido» y «el amor está en las pequeñas cosas», entre muchas otras. Habrá quienes aún recuerden cómo es vivir como los niños y contagien esa magia con cada sonrisa y con cada detalle de cada conversación, y viven como exploradores aún, en un mundo que no tiene límites, y crece, y reconocen en él un laboratorio de sensaciones y sentimientos. Son esas pequeñas cosas las que alimentan los recuerdos, las sonrisas, las anécdotas que se transforman en invocaciones a personas que, aunque ya no estén, quedan en uno para siempre. Es la magia de vivir aplaudiendo el primer paso, la primera palabra, y cada logro que tuvimos por minúsculo que sea.
Y cuando lleguen los días de aguacero ellos verán la esperanza que te deja la lluvia sobre el cuerpo, la alegría de cada ‘splash’ al andar y el aroma de la humedad sobre las plantas. No temen al sacar el paraguas pero disfrutan guardándolo sin importar el riesgo de enfermarse. Para ellos está bien sentir como cambia el color del cielo cada día, y agradecen levantando la mirada con un gesto de humildad y de inocencia. Aún existe gente así, que es capaz de extrapolarse en un mundo egoísta y gris. Y más allá del amor que puedan sentir, estas personas no dudan en dar un abrazo al saludar, su bandera es la espontaneidad. Como un dibujo sencillo en un papel cualquiera que no estará a la altura de Cézanne pero que, en su pasión, ellos le darán más valor, atesorando así en una caja de los recuerdos el rompecabezas de una vida llena de personas, llena de colores y detalles.
¿Dónde quedaron esos niños? A los que no les importa el qué dirán si lo que hacen, lo hacen por la alegría que les da y es de corazón. Los que empiezan su día cantando, los que no dejan que otro esté triste, los que ven en juegos y bromas la mejor manera de pasar el tiempo. ¿Por qué lo dejaste de lado? Si aún tiene mucho que aprender, si el amor más puro es aquel que comparte a ese niño con matices de una vida de grandes. Entonces te das cuenta que estamos en sintonía con esos otros niños que aún tienen ilusión en sus corazones, y que hacen de sus sueños una brújula para sus siguientes pasos. Los que no le temen a empezar desde cero y no se conforman con un pero, sino que buscan superar las vallas que los grandes les ponen. Están allí, los creativos, los risueños, los nobles, los que nunca olvidan y simplemente esperan. Estás tú también allí, debajo de todo lo que tienes puesto, solo te toca saber si estás realmente dispuesto a volver a ser.

Mario Benedetti – La gente que me gusta – Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones. Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
Conclusión
Vivimos corriendo hacia unos planes de vida olvidándonos de disfrutar justamente eso: la vida misma. Vamos cumpliendo con objetivos que parecen más ajenos que propios, postergando nuestra propia necesidad de exploradores. Guardamos el arte que tenemos para sacar una porción de nuestra capacidad de ser buenos en lo que hacemos, dejando de lado quizás la pasión. Empecemos entonces a valorar la importancia de todas esas pequeñas cosas, el motor de una sonrisa sincera, lo simple y lo perfecto: ♫son esas pequeñas cosas extraviadas en la medianoche. Son esas pequeñas cosas perdidas sin el calor de la cama. Son esas pequeñas cosas que aún buscan un refugio. Son esas pequeñas cosas, esos gorriones caídos del nido…
Tan cierto como precioso.
Muchas gracias!
Uffff Está vez sí me matasteee, derritiste y meeeee mori!!!! Definitivamente para mi, de.las mejores entradas que.he.leído en mi.vida, me he.sentido demasiado identificada, esta debe.ser parte de.nuestra filosofía de.vida primordial!!!! Perdóname pero te.quiero maas con está entrada, este cariño es meritorio!!!! Un abrazoteeeee!
🙂 Sin palabras 🙂