Hay fuerzas más intensas que nuestra propia razón,
hay recuerdos indelebles, intocables en el tiempo.
Hay intentos fallidos de amores que no pudieron vencer,
hay momentos de debilidad, confusión y ansiedad.
Pero nada de eso tiene sentido hasta que tú no estés otra vez aquí.
Esa sensación de déjà vu, de haber pasado por una despedida que no quiere concretarse. Allí estamos, desconocidos en medio de gente sin sombra, extrañando con el corazón en la mano. La soledad muchas veces nos juega malas pasadas, nos hace sentir culpables como si de un juicio por homicidio se tratase. Echamos de menos, es natural, a quien nos acompañó en aventuras y aprendizajes aunque haya sido por un breve tiempo. Y creemos que podremos retenerle un poquito más, omitiendo el hecho de que no ha funcionado pese a nuestros intentos por reinventarnos. El corazón se ilusiona, la cabeza le frena. Queremos retroceder y volver allí a la zona de confort, pese al daño, pese a la no sincronía. Muchas veces no somos capaces de arriesgar, menos cuando se trata de hacerlo por nosotros mismos. ¿Cuántas veces uno debe volver a intentarlo?
Nos toca decidir, poniendo en la balanza razones y emociones. Esto no es fácil para un corazón acostumbrado a la compañía y una cabeza llena de recuerdos y detalles infinitos, que de vez en cuando aparecen con solo cerrar los ojos, como si se tratase de hacer clic en un álbum prohibido. Nos toca escoger entre lo personal y lo sentimental: esto es por nosotros, porque aún nos queda largo camino para aprender y entender a los demás, porque en nuestros errores está la esperanza de ser mejores, no para esa persona que nos alentó al cambio, sino porque tenemos la convicción de que es la mejor opción. Y en la distancia aún resonará esa voz cálida que nos daba aliento, aún seremos capaces de cautivarnos por su sonrisa, pero no daremos la vuelta. Toca avanzar.
Y queda esa pregunta abierta: ¿Por qué terminamos? Y nos invaden muchas posibles respuestas. No es tan simple como echarle la culpa al otro, incluso si se trató de una infidelidad. Existe siempre una responsabilidad compartida. ¿En qué momento cambiamos como pareja? Y realmente: ¿vale la pena volver al pasado? Si es que hemos percibido que en esta libertad estamos mejor, ¿merece la pena arriesgar nuevamente por un ayer que no pudo ser? Tal vez nos toque evadir una lucha porque carece de sentido. Al final, no habrá decisión incorrecta, será necesario asumir dicha decisión, aunque haya debilidad y seamos frágiles, a la distancia o incluso a su proximidad.

Mario Benedetti – Te quiero pero no deseo luchar contra el destino. Disfrutaré de vez en cuando de tu recuerdo que seguirá alterándome…
Conclusión
Cuando una relación acaba, más allá de las razones que hayan provocado ese estoconazo al corazón, nos queda una esperanza mínima de volver a un pasado de fotografía. Algunos podrán omitirlo, otros se ocultarán en el qué dirán. Valientes o no, solo toca convivir con nuestra decisión. Aunque en un momento de debilidad retumbe en nuestro interior ese grito que pide volver a intentarlo, una segunda oportunidad (o tercera, o más), una motivación basada en simple ilusión, una promesa que creemos que nunca acabó: ♫nunca te dejaré, solo hay que estar más cerca… recuéstate en mí ahora…
Me llegó al corazón. Gracias 😌
Muchas gracias a ti por leer 🙂 Un abrazo!
Bello Pablo, te felicito, como siempre encantada de leerte y descubrir detrás de tus letras tu alma y tu mente, espero poder acompañarte también aquí durante mucho tiempo… amor realmente tus entradas!
gracias por la compañía a la distancia…
Gracias a ti por compartirnos letras que llevadas a una acción de reflexión y más, nos pueden aportar muchísimo!
Gran gran reflexión, creo que me lo leeré otra vez…
Muchas gracias! Un fuerte abrazo.
Gracias!no te imaginas cuanto me he sentido identificada
Me alegra haber podido llegar a plasmar en algo tus sensaciones. Un abrazo. Animo!
hola, te invito a visitar mi blog: habitantedelmarblog.wordpress.com
Encantadoras reflexiones, muchas gracias por compartir.
Hermoso.
Gracias por tu generoso comentario 🙂 Un abrazo
Me encontré con un análisis realizado por un Pastor, de una parte del apocalipsis que me llamó mucho la atención y que quiero compartir con ustedes.
https://valdivianochile.wordpress.com/2015/12/07/diez-super-paises/
Además, he leído un mensaje recibido este fin de semana de una profeta que nos dice una información que guarda relación justamente con el análisis ya mencionado (este obviamente es una pequeñísima parte del mensaje recibido):
ESTE NO ES UN INSTANTE CUALQUIERA, ES EL INSTANTE DE LOS INSTANTES EN QUE DIEZ NACIONES SERÁN LAS QUE TOMARÁN EL PODER EN LA TIERRA Y SUS DIEZ LÍDERES SERÁN LOS QUE REPRESENTEN AL NUEVO ORDEN MUNDIAL.
El mensaje completo se puede leer en: http://www.valdiviano.superwebchile.com/mensaje-urgente.html
Debo mencionar, que la semana pasada se reunió la CELAC en Quito, que sería según este Pastor uno de los 10 superpaises que se formarían cuando exista el caos mundial de la economía (correspondería al super-país de Latinoamérica).
Saludos.
Gracias por la visita. Saludos