Tal vez esta sea su última noche juntos,
como si augurasen el inesperado desenlace.
Nada podrá detener las promesas ni el derroche,
Nada evitará que termine en una estela de recuerdos.
Ellos se conocieron como participantes de un reality show, sin saber que esto no era un espectáculo sino la vida caprichosa que los iba a poner en el escenario, uno frente al otro, en una prueba de fortalezas. La mezcla de dos esencias distintas marcaría sus conceptos del amor, amor que creían haber conocido profundamente. Ellos tenían mucho por delante; pese a ello, vivieron juntos apenas unos instantes, como si supieran que tendrían el tiempo en contra, que les iba a llegar el fin de sus libertades. Durante sus días de felicidad plena, el soundtrack de su romance podía escucharse a todo volumen en sus corazones, acompañando con esa potencia los sentimientos que entre ellos dos sabían plasmar: cariño, ternura y amor. No le temían a nada mientras estaban juntos, llevándose cada uno lo mejor del otro. Ese era su amuleto. Y no descansaban hasta poder alcanzarse otra vez, y entregarse con esa pasión con la que hasta hoy describen su historia, la cual nadie más entendía. Lo cierto es que se amaban, y nada más va a importar.
Él le tomaba tantas fotos para luego dejárselas en su escritorio, así ella podía mirarse tal y como él la miraba, maravillado y enamorado. Para él, poder compartir unos minutos era parte de un sueño diario, ella era su tierra prometida. Estaba consciente de su principal debilidad, pero se esmeraba en pintar esa realidad oscura con colores pastel, llenando de paz y de luz un espacio para los dos, para que puedan sentirse como en casa. ¿Cómo no iba alimentar su sueño si para él era todo lo que tenía? ¿En qué momento dejó de ver la realidad? ¿Cómo iba a entender que su historia era solo una más? ¡Maldita ilusión! ¿El amor verdadero tiene fecha de caducidad? Tenemos en nosotros la esperanza de encontrar alguien que nos complete, que nos pueda levantar en nuestras caídas y que aparezca mágicamente ante nosotros para hacernos sonreír. A lo mejor también tenemos que aprender la parte más difícil del amor: dejarle ir.

Anónimo – Una de las partes más difíciles de la vida es decidir si alejarte o intentarlo un poco más.
Estaba escrito en algún cuaderno: «nunca bajes los brazos hasta conseguir lo que quieres» ¿Es que no lo supieron entender o nunca lo quisieron de verdad? Perdieron ambos, o quizás ganaron la oportunidad de llegar más lejos aún. Tras la ruptura, las variables de tiempo y espacio se volvieron constantes, el sentimiento se atenúa en una caída exponencial para dejar libre a un corazón tímido y condicionado. El recuerdo es ahora un consuelo y un juego peligroso que poco a poco irá perdiendo riesgo. El amor no acaba con el último adiós, queda bien adentro y restringido para ciertos momentos. El corazón parece estar lotizado, y en él, existe una lucha para retirar la invasión sobre el amor propio. Nada podrá borrarle sus recuerdos, están conectados de algún modo Cuando menos lo espera, reaparecen. Esa es la condena para quien amó más de la cuenta y tuvo que dejar ir para seguir amando.

Pablo Neruda – Poema 20: extracto de Veinte poemas de amor y una canción desesperada – De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Conclusión
Algunos sueños se vuelven realidad. Eso ocurre cuando estás decidido a despertar, a lograrlo pese a las negativas de los demás. El amor es así, es darlo todo, de manera avasallante y hasta pertinaz. Pero el amor es de a dos, y cuando uno solo carga con todo no es más que un viacrucis, una pasión que vale más poner fin pese a toda esa maravilla que un amor fugaz pudo haber despertado. Y aunque nos cueste entender, se nos acaban las fuerzas y las ideas para entregar más, y sentimos que todo anda mal. Entonces es el momento de dejar ir, ♫eso es la parte más difícil
Como siempre, encantada de leerte querido Pablo, sabes, a veces creo que amamos o queremos , cualquiera de las dos opciones, pero tal vez no se da todo como se cree y se puede dar mas, pero dar mas significa romper los esquemas máximos que veníamos manejando al darlo «todo», creo que si sigue ese sentimiento dentro de uno siempre habrá una forma de amar mas, amar mejor…y aunque no es fácil de encontrarla, creo que no importa el tiempo que nos demoremos, pero llegaremos, porque creo firmemente que el amor todo lo puede.
Aveces queremos algo, pero si vamos a ver y no tenemos eso que queremos es porque nos falta quererlo mas!
Un ejemplo, amas la música y quieres ser un gran músico y eres por supuesto en concordancia eres bueno, pero no consigues en totalidad ese sueño…creo que entonces nos falta querer mas..así se nos valla toda la vida en eso, jamas de debe desistir mientras se ame o se quiera, porque ese mismo sentimiento es el que da las fuerzas para seguir, pero cuando dejamos de sentir, entonces ahí si no hay mas por lo que luchar…
Como tu me dejas ser libre en mis comentarios jajajaj entonces me extiendo todo por compartir lo sentido y pensado relacionado a tu entrada, un abrazo gigante!!!
Buena reflexión, ahora… ¿amar sin que el otro reaccione? el amor de pareja necesita un poquito de reciprocidad, sino estaríamos como el amor de padres… Amar hasta dejarlo todo, los dos, eso sí que me gusta. Un abrazo
Tan real que duele. Gran post.
Gracias, Un abrazo que calme el dolor! Saludos
Y la fue ….
Entonces has podido superarlo, eso también es parte del amor 😉 Un abrazo
Pero el amor es de a dos, y cuando uno solo carga con todo no es más que un viacrucis,… …Efectivamente. Bien dicho. Mil besos mi querido Paolo.
Gracias Tatiana 🙂 Mil de respuesta y uno más por si acaso. Nos leemos 🙂
¡Hermoso post!
¡Gracias! Saludos.
¡Saludos desde Oviedo!
Paolo, estás nominado a un premio en mi blog 🙂
Un abrazo.
¡Gracias por la mención, Pablo! Prepararé pronto mi respuesta. Saludos