Yo creo en un amor que es capaz de vencer los prejuicios, miedos y retos que hoy en día enfrentamos entre redes sociales y frivolidades de un mundo consumista. Yo creo en esos amores de antaño, de cartas y detalles, esos pequeños detalles que componen la felicidad, amores de esencia infinita y sabor intenso, hechos para quienes las palabras «para siempre» no les asusta, porque, para ellos, el compromiso va de la mano con el respeto. Yo creo que podemos superar las distancias, kilómetros y horas de diferencia, o simplemente aquello que nos separe y que muchas veces solo está en nuestras cabezas.

HJ-story.com – El amor es esperar a escuchar tu voz

Daniel F (Daniel Valdivia), compositor y cantante peruano, líder de la banda de punk rock peruana LeuSemia (1983), en su gran trayectoria nacional ha podido compartirnos la profundidad de los sentimientos de los «locos», esos que son los que luchan por sus sueños pese a estar inmersos en un mundo de «cuerdos», conformistas y oprimidos. En esta ocasión, Daniel F, fiel a su estilo, protesta contra las distancias que amenazan al amor, dándole voz a aquellos que viven historias de separación, víctimas de sus propios anhelos, entrampados sin saber cómo avanzar.

Charles Bukowski – “… Y necesito verte, pero no te veo, y necesito escucharte, pero no te escucho, y necesito tocarte, pero no te toco, y necesito pensarte, y es lo único que hago…”

Cansado de las tretas del tiempo, la soledad, la agonía que padece quien se ha entregado a lo que parece imposible. Se dice mucho sobre las relaciones a distancia, el idealismo y el manejo de expectativas. Mientras que otros creen que se trata del destino, en realidad, se trata de convicción. Quien no está seguro de lo que siente habrá empezado su camino a la derrota.

¿Será que, de alguna manera, nos hemos puesto como objetivo lo inalcanzable? ¿Será que los demás tienen razón? ¿Será que solo tocará soñar, viviendo de espejismos de un amor tácito? ¿Será que nadie más entiende este amor? Y que un silencio tuyo puede destruir lo ganado hasta el momento. Es la incertidumbre, teniendo no solo un rival terrible cuantificable, sino también, uno que vive en nosotros y se hace más fuerte cuando no valoramos cada cosa pequeña que forjó nuestro amor. Tener claro el objetivo y tener claro lo que se opone, la guerra por el amor.

Y sentimos que llegamos tarde, que la lucha épica parece no ser para nosotros. Sentimos que fue solo un sueño para evadir a un mundo ajeno y más distante que nuestras propias fantasías. Pero insistimos en querer seguir este camino para llegar al lado de quien nos mostró su luz. Tenaces, no habrá quien nos haga cambiar de parecer, excepto una voz.

Y es que las distancias son solo excusas cuando hay amor de verdad. La espera no es una agonía sino esperanza que se acumula con la ilusión de un reencuentro construido con hechos y no con promesas sin sustento. ¿Qué hacemos si todas las variables son exógenas? ¿Luchamos y seguimos intentando en nombre del amor, o, descartamos porque ya las fuerzas no son suficientes y es mejor dejarlo antes de lastimarnos? No es una decisión sencilla, sin embargo, no habrá decisión incorrecta. Aunque, está claro que Daniel F. y, seguramente, muchos más, nos dirán que la distancia, de cualquier tipo, no es suficiente para tumbarse un amor.