Te pedí una sonrisa, tú me entregaste felicidad
Te pedí un buen paisaje, tú me revelaste el paraíso
Una fotografía puede inmortalizar la belleza de un cuerpo
y mi corazón, hacer lo propio con la hermosura de tu alma libre.
Eran dos turistas en una ciudad fría, en donde la calidez se encontraba tapada bajo el consumismo y el egoísmo que imperaba. Sin embargo, parecía no preocuparles ni las reglas ni los riesgos, ellos solo querían explorar y vivir su momento, en un intercambio entre sus mochilas, la cámara fotográfica y el mapa sin ruta definida. El instinto les guiaba mientras que sus corazones se perdían entre sí, en esa mágica mezcla de un viaje de búsqueda personal y entrega pasional. Algunos les dijeron que solo coincides una vez así en tu vida, casi como si fuera una advertencia. ¿Si la consigna es vivir del presente, por qué adelantarse con decisiones? Ellos decidieron ser cómplices, rindiéndose ante los puntos suspensivos, llevando en las fotografías la ilusión de haber alcanzado lo perfecto.

Zygmunt Bauman – Amor Líquido – El amor no encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino en el impulso a participar de su construcción. El amor está muy cercano a la trascendencia; es tan sólo otro nombre del impulso creativo y, por lo tanto, está cargado de riesgos, ya que toda creación ignora siempre cuál será su producto final.
No hacía falta tener palabras exactas, ellos se querían con gestos. Él le hacía sentir que era capaz de volar, en esa libertad que ambos necesitaban; mientras que ella curaba sus heridas al confiar y creer en él como nadie antes lo hizo, con transparencia y humildad. Lo mágico de las pequeñas cosas hacía efecto en ellos, ¿para qué pedir más? Ambos evitaban pensar en que el viaje iba a terminar y aprovecharon sus espacios de paz para tumbarse y mirarse a los ojos. Si el reloj pudiese ir más despacio, este hubiese sido uno de esos momentos en la vida para que eso ocurriese. Sin embargo, llegó la oscuridad, el momento de partir y dejar que lluevan los puntos suspensivos…
Por todo aquello que quedó en silencio, por las suposiciones no tan evidentes. Por los reproches y la soledad fiscalizadora. Por todo ello, tardíamente, le tocó confesar:
Esa misma noche decidí escribir cosas que solo una persona que siente amor de verdad puede expresar. Tomé cada una de tus fotos y escribí en su reverso todo lo que me hacían sentir. Sin darme cuenta, había escrito sobre lo que nunca me atreví a decirte mirándote a los ojos, y, que no puedo imaginar si, de haberlo hecho, hubiese cambiado en algo nuestra historia. Hoy, consciente de que el tiempo nos ha convertido en extraños, al releer mis recuerdos me pregunto si tú también conservas un poco de mí, y de todo lo que intentamos vivir.
Algunos miran hacia atrás con sed de respuestas. Otros, lo hacen para no toparse con realidades similares a las ya vividas. Cuando se trata del amor, todo, absolutamente todo, debe estar tocado por la creatividad, incluso la nostalgia. A tal punto de camuflar nuestra propia locura. En ese caso, debo admitir que ♫llevo tanto tiempo mirando esas fotografías tuyas que casi creo que son reales…
El amor para mi es de lo mas trascendental y creativo. Feliz navidad estimado escritor, tus letras y su esencia siempre estarán en este corazón de lectora apasionada por tus letras…