Sin parar

Atreverse a cruzar tu frontera sin documentos,
atreverse a lo prohibido, trillada realidad.
No hay mayor seducción que una boca que besa de verdad,
esa que en su avance nunca encuentra impedimentos.

Montt – Buenos días, princesa. No hay razón para poner esa cara. Es que sin la coronita y con dos copas menos en el cuerpo, cambia la cosa

Montt – Buenos días, princesa. No hay razón para poner esa cara. Es que sin la coronita y con dos copas menos en el cuerpo, cambia la cosa

Eran dos almas dispuestas a todo por encontrarse, ignorando las distancias y las reglas de una sociedad cucufata. Desinhibidos, creyendo ser los dos únicos seres del planeta, sin historias ni arrepentimientos, pasaron de compartir sonrisas a realizar sinuosos movimientos que invitaban a juntarse cada vez más, como si no hubiese mañana. Dejaron en el suelo cualquier resto del pasado que pudiese representar alguna atadura, así como sus atuendos, desbordados por el simple deseo de entrega y seducción. Era un juego que se tomaron muy en serio desde el primer momento. No eran novatos en estos menesteres, pero este era un escenario distinto, una oportunidad de encontrarse reflejados el uno en el otro, como si sus manos hubiesen sido talladas para no soltarse mientras sus cuerpos se fundían en pasión.

Sed inacabable, bendita sed. Una feroz adicción al placer de los sentidos, en todos los sentidos, como si se tratase de un descubrimiento vital el hecho de recorrer los cuerpos y explorarlos profundamente. El tiempo se convierte en enemigo cuando los minutos se transforman en horas y la noche se despide del sueño. Dos que camuflan, entre sonrisas y estremecimientos, los deseos ocultos que brillan en oscuridad, esperando el mejor momento para exponerlos. Roles predefinidos que se quebrantan en la complicidad del dolor y el placer, como si una sensación llevase a la otra de manera intermitente, rompiendo prejuicios y miedos en cada intercambio. El camino hacia el clímax se hace más delicioso que este mismo por todo lo que representa.

Liniers – La luz se va y la cosa se pone buena.

Liniers – La luz se va y la cosa se pone buena.

Palabras al oído, gritos incontrolables también. El morbo se apoderó de ellos en cada ritual de humedad y fricción de sus cuerpos, convirtiendo cada encuentro en una apología a los orgasmos simultáneos, a la pérdida de la noción del tiempo y de esos estúpidos esquemas mentales y prohibiciones. Prejuicios que no se echarán de menos, que servirán de excusa para vencerles uno a uno. Y en este lado salvaje, la dominación cala hasta en la mente, en donde el placer puede volver inesperadamente como cada encuentro. Un hechizo peligroso que invita a volver a caer, y a caer más al abismo, más allá de los sentimientos, allá donde apenas se distinguen los apetitos y se está bien, y la curiosidad gobierna con sed de más.

William Osorio Nicolas – Sujeto a Sujetos – "Te besaré la frente y no los labios para que sepas que beso tus sueños, tu imaginación y tu intelecto. Cuando bese tus labios sabrás que estaré apelando a tu cuerpo, solicitando consumar el deseo que nos desborda y la pasión que deja a nuestras almas sin aliento."

William Osorio Nicolas – Sujeto a Sujetos – «Te besaré la frente y no los labios para que sepas que beso tus sueños, tu imaginación y tu intelecto. Cuando bese tus labios sabrás que estaré apelando a tu cuerpo, solicitando consumar el deseo que nos desborda y la pasión que deja a nuestras almas sin aliento.»

Adictos a las noches no casuales. El sexo como una expresión artística de dos que se quieren, aunque no se entienden, y que encontraron el medio perfecto para comprender que el fin de sus miedos es la cercanía sin paranoias ni persecuciones del pasado. Noches que gritan por más, como testigos de la pequeña muerte, un crimen perfecto es llegar al límite de los cuerpos y excederlo. De sus manos haciendo de las suyas sin importar el lugar, y de su boca expresando lo que jamás se atrevería en sobriedad, elevando la temperatura con miradas que lo dicen todo en silencio: ambos sabemos que las noches principalmente fueron hechas para decir cosas que no puedes decir mañana por el día

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Acerca de PaoloCesare

Calmo, analítico, consejero, buen compañero, gran amigo (eso dicen, no les crean). Me atrevo a escribir para compartir y aprender con Uds.
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Una respuesta a Sin parar

  1. Me encantan las letras llenas de erotismo del bueno. Como siempre excelente entrada!

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